Cap 48: Acabo de ver un fantasma

18.5K 1.2K 292
                                    

Alaska's POV

Una vez en San Pertersburgo fuimos directos a la gran casa familiar. Pasamos un día de locos celebrando mi cumpleaños y el de Anker. Cuando me preguntó porque celebraba mi cumpleaños con Anker si no habiamos nacido el mismo día, le dije que mi cumpleaños no era una fecha que me apeteciera recordar y que cuando me adoptaron Anker me había prestado su día de cumpleaños alegando que era más divertido celebrar entre dos.

Le presenté a toda mi familia y me alegró ver que tanto él como los amigos de ambos eran bien recibidos por mi gente.
Después de una celebración gigante que terminó con un montón de rusos, Izan incluido, cantando canciones típicas de México creyéndose mariachis. Y si, fue tan ridículo como suena.

Cuando la fiesta acabó y todo el mundo empezó a regresar a casa, Izan y yo decidimos quedarnos una semana más y recorrer San Pertersburgo sólos. Disfrutamos mucho nuestra escapada romántica y he de decir con mucha satisfacción que le di adiós a la falta de sexo.

Al acabarse la semana regresamos a New York e Izan me informó que no pensaba seguir viviendo solo cuando vivíamos en el mismo edificio y que en dos semanas me mudaba a su apartamento. Y yo encantada, sobre todo porque pensaba bañarlo en chocolate como regalo de mudanza para mí de mí.

A los que no les gustó para nada la idea de que me fuera de casa fue a mis hermanos que enseguida empezaron a protestar. Y que decir de mi papá que casi coge un avión y viene hasta acá. Pero la abuela puso orden y yo les aclaré a los energúmenos con los que vivía que solo iba a vivir una planta más arriba y no al fin del mundo como ellos hacían parecer.

Ahora ya han pasado tres semanas desde que regresé de Moscú y una desde que vivo con Izan. Hemos logrado establecer una rutina entre nosotros aunque todavía estamos acostumbrandonos a compartir casa.

En cuanto a la empresa, Izan y Mikel siguen a cargo y como prometió el abuelo ni señal de las víboras. Yo por mi parte por fin estoy diseñando la próxima colección junto a Jean Luck.

Resoplo cansada cuando abro la puerta del apartamento y dejo a Constantin libre de la correa. A pesar de que es domingo Izan tuvo que ir a trabajar y a mi me tocó sacar al perro. Perro que decidió que era una buena idea perseguir a una ardilla en el parque y por lo tanto hacer que yo tuviera que correr tras él. Lo pude alcanzar después de correr por lo que parecieron horas y solo porque el se aburrió de la ardilla.

Camino por la casa y con mi teléfono en una mano para llamar a Izan y un vaso con agua en la otra me encamino hasta la sala con el objetivo de ver alguna serie mientras espero por mi novio.

El teléfono empieza a timbrar y espero a que Izan conteste y lo hace justo cuando llego a la sala. Sin embargo lo que me encuentro ahí hace que deje caer el vaso y no conteste las dos primeras veces que el ruso dice mi nombre.

-Alaska«llama por tercera vez preocupado por mi falta de respuesta y seguro por haber oído el sonido del vaso al romperse.
-Izan, necesito que vengas a casa ahora. Creo que acabo de ver un fantasma.

-¿Cómo que un fantasma?«pregunta confundido y seguro pensando que acabo de perder por completo la cordura.

-Pues eso, un fantasma. Y está sentado cómodamente en nuestra sala de estar. Así que trae tu culo aquí. ¡Ahora!

-Aska todavía tengo algunas cosas que hacer, no me hagas otra de tus bromas«explica como si estuviera hablando con un niño de cinco años.

-¡Qué no estoy bromeando! ¡Hay un puto fantasma en la sala!«chillo señalándolo como si Izan pudiera verme.

-Hola Aska«saluda el fantasma como si nada.

-¡Izan! ¡El fantasma acaba de saludarme!

-Pues dile hola«pongo los ojos en blanco y pienso en mil maneras de matarlo.

¡Quiero matar a mi jefe! Där berättelser lever. Upptäck nu