Alaska's POV
Salgo de la habitación todavía echando chispas. Ese viejo atrevido cogió uno de mis diseños con ayuda de Víctor y lo trajo a la junta. Y ahora se le metió en la cabeza que sea yo quien diseñe la colección de invierno así como si nada.
Empiezo a caminar en dirección a mi escritorio ya que no tengo intención de volver ahí dentro. Contesto la llamada por la que salí mientras entro en el elevador.
-Diga.
-¿Es Alaska Komarova?«preguntan en ruso al otro lado.
-Sí, soy yo.
-Somos de parte del ejercito nos comunicamos con usted para informarle que....«a partir de ahí a pesar de que seguí oyendo lo que me decían pero mi cerebro se negó a procesarlo.
Las puertas del elevador se abrieron y como si fuera una máquina en automático salí de él y caminé hasta mi escritorio donde me apoyé.
-¿Se encuentra bien?«preguntaron al otro lado de la línea y tuve que obligar a mi cerebro a reaccionar.
-Sí, estoy bien. ¿Cuándo lo...?«me aclaré la garganta para poder hacer la pregunta»¿Cuándo lo encontraron?
-Hace tres días...
Seguí escuchando a la mujer que me daba la noticia. Me agarré con más fuerza a la mesa para no caer al suelo. La presión arterial me baja y mi visión se torna un poco borrosa.
-Señorita Komarova el entierro se hará mañana a las nueve, pero si necesita más tiempo para estar aquí por favor comuníquese con nosotros a través de este número de teléfono y lo arreglaremos. Si no puede llegar por sus propios medios háganoslo saber y le proveeremos los medios de transporte para hacerlo.
-Está bien gracias, los llamare si es necesario. ¿Ya les han avisado a sus padres?
-En estos momentos dos oficiales les están comunicando la noticia.
-Bien, entonces estaré ahí mañana.
-Que tenga un buen día y le extiendo las condolencias de parte de todo el ejército ruso. Lo siento mucho por su perdida.
-Gracias«digo antes de colgar.
Dejo el teléfono sobre el escritorio y llevo mis manos a mi cara.
Recojo mi pelo en un moño desordenado y trato de llevar oxígeno a mis pulmones con regularidad. Trato por todo los medios de relajarme para detener el ataque de ansiedad que estoy a punto de tener, como indican mis manos temblando.
Las lágrimas se acumulan en mis ojos y hacen que apenas pueda ver. Las contengo todo lo que puedo porque sé que si empiezo a llorar ahora va a ser imposible que me detenga.
Oigo la puerta del elevador abrirse pero no le presto atención. Estoy más concentrada en regular mi presión arterial que debe estar por suelo.
-Oye brujita lo que hiciste ahí dentro estuvo...¿Estás bien?«la voz de Mikel que se oía lejana se hace más fuerte a medida que se acerca.
Llega hasta donde estoy y sostiene mi cara entre sus manos mientras pregunta como me encuentro. Niego con la cabeza incapaz de responder.
-¿Necesitas que te traiga algo o llame a alguien? ¿O quieres ir al hospital?«pregunta con una seriedad que nunca he visto en su rostro usualmente risueño.
-Recibí una noticia fuerte, la presión me bajó es por eso que estoy así no te preocupes«respondo sosteniendo mis manos que cada vez tiemblan más.
-¿Bien? Estás temblando, tu cara está muy pálida y estás muy fría. No estás bien. Voy a llamar a alguien para que te traigan un poco de agua y algo de comer para que te suba un poco la presión.
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¡Quiero matar a mi jefe!
Romance-¡Intento de ser humano!¿Quién se cree que es? -¡Tu jefe! Cosa llamada mi secretaria. -¿¡¡Me acabas de llamar cosa!!? -¡Si! Ese calificativo va contigo a la perfección. ¡Deserebrada!¿Cómo se te ocurre ponerle sal al café? - Es que se les acabó el...