Alaska's POV
Camino por el pasillo del hotel lo más rápido que mis piernas me lo permiten. Bajo la camisa que llega a la mitad de mis muslos y se sube al caminar. Trato de por lo menos saber en que piso estoy.
Este maldito hotel es un laberinto y no encuentro un elevador para poder llegar por lo menos al piso de la suite matrimonial. Tengo que cambiarme de ropa, bueno, más bien tengo que ponerme ropa porque mis bragas y una camisa de hombre no se pueden considerar como tal.
Doblo por una esquina pidiéndole al cielo no encontrarme con nadie y me denuncien por exhibicionismo. Y es que nada más ver el reloj cuando me desperté ni siquiera me detuve a pensar en lo que llevaba puesto y salí corriendo para no llegar tarde al almuerzo que tenemos mi jefe y yo con unos distribuidores de tela. Para cuando me di cuenta de lo que llevaba encima ya me había perdido en la inmensidad del hotel y no tenía manera de volver atrás para por lo menos coger mis zapatos. Y para rematar solo atiné a tomar la cartera con la llave de la suite dejando mi móvil.
Y como se trata de mí mis plegarias son ignoradas. Cuando doblo en la esquina del pasillo me estampo con fuerza con alguien y caigo de culo al suelo.
¿Qué cómo terminé corriendo como loca por los pasillos del hotel en bragas, camisa de hombre y sin zapatos? ¿Y de paso choqué con alguien terminando en el suelo con las bragas al aire y un culo adolorido?
Bueno para poder responder eso tenemos que retroceder unas cuantas horas.
8:30 antes de salir de la suite
Le doy el último retoque al maquillaje y miro mi reflejo en el espejo.
Para esta noche elegí un vestido negro con tachuelas plateadas a mitad de los muslos, escote en forma de corazón con una abertura entre los senos haciéndolo más amplio, dos tirantes finos que se unen a una cinta ancha alrededor del cuello de la misma tela que el vestido y luce como una gargantilla. Plataformas negras altas atadas al tobillo con una cinta fina. Cartera pequeña negra y blanca. Recogí parte de mi pelo de forma sencilla usando una cadenita plateada y el resto lo deje suelto luego de alisarlo. Esmalte negro, dorado y color piel. Delinee mis ojos bastante resaltando mis ojos verdes y puse labial rojo sangre.
Luego de tomar mi celular, dinero y la llave de la habitación salí de esta.
Una vez en el lobee del hotel me dirigí al bar donde el ruso me esperaba con su amigo para de ahí ir a un centro nocturno a bailar y beber. Puede que haya habido un poco de amenaza con una lámpara, pero sólo un poco.
Cuando llego al bar no tardo en localizarlo junto a la barra acompañado por un rubio y quien supongo es André.
Su amigo lleva una camisa verde de mangas cortas y un short de jeans azul por la rodilla. Él por su parte tiene una camisa de mangas cortas azul oscuro, pantalón negro ajustado y zapatillas negras, el pelo peinado hacia atrás y una chaqueta de cuero negra en el espaldar de su silla.
Es una vista excelente poder verlo usando una ropa completamente diferente a los trajes hechos a medida que siempre lleva.Puede que le haya amenazado con quemarle los trajes en cuestión sino se ponía la ropa que lleva puesta.
-Dos amenazas en una sola noche, suenas como una mafiosa.
-Es mejor no tocar el tema de yo sonando como mafiosa Josefina, se puede decir que eso es mal de familia. Literal, muy literal.
Cuando estoy llegando a ellos sus miradas caen sobre mí. Y a juzgar por la dilatación en sus pupilas y sus bocas ligeramente abiertas les gusta lo que ven.
Trato de aguantar la sonrisa burlona que se está formando en mis labios y es que sé que el ruso preferiría regalar su coche antes de admitir que le gusto. Cuestiones de orgullo nada más.
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¡Quiero matar a mi jefe!
Romance-¡Intento de ser humano!¿Quién se cree que es? -¡Tu jefe! Cosa llamada mi secretaria. -¿¡¡Me acabas de llamar cosa!!? -¡Si! Ese calificativo va contigo a la perfección. ¡Deserebrada!¿Cómo se te ocurre ponerle sal al café? - Es que se les acabó el...