Cap 16: Boas de plumas

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Alaska's Pov

Jueves

Hoy nada más llegar a la empresa ya me esperaba la caja sorpresa del día. Hay que darle puntos por perseverancia la verdad, una lástima que después los pierda por meter la pata hasta el fondo. Observo detenidamente la caja y me percato que esta es más grande que las otras, y eso que la del sapo era bastante grande, pero esta sin duda la supera. Me pica el bichito de la curiosidad y me pregunto que animal habrá allí adentro.

Decido ignorarla por el momento y dejo el bolso sobre la mesa para después dejarle las carpetas al ruso en su oficina.

Regreso a mi escritorio y tomo asiento frente a la computadora y antes de empezar a teclear cojo la caja, que es más pesada de lo que pensé, para ponerla sobre mi regazo. Le quito la tapa y enarco una ceja ante el contenido. Me pregunto si es una indirecta y me está llamando medusa. Una boa constrictora enroscada en si misma reposa tranquilamente dentro de la caja.

Bueno al menos no fue tan idiota como para mandar una serpiente venenosa. Me golpeo en la frente sin poder evitarlo, con lo cobarde que es dudo mucho que se atreviera a abrir la caja. No debe saber nada de serpientes porque si supiera no metiera a una boa constrictora de tres metros en una caja sin manera de que la tapa se quede en su lugar. Si la serpiente hubiera tenido ganas habría salido y estuviera deambulando por toda la empresa. A Izan le va dar un infarto cuando se entere.

Si bien estas serpientes no son venenosas y no presentan peligro para gente que no sean estrictamente profesionales no te puedes confiar, son muy fuertes y las más jóvenes pueden ser ariscas a pesar de que con el tiempo se dejan manipular con facilidad sin oponer resistencia.

La saco de la caja con cuidado y delicadeza buscando no incomodarla. Es preciosa y con un lindo diseño en la piel. Me recuerda a Robert mi boa, si, tenía una serpiente. Víctor hizo una redada en un local de traficantes de animales cuando recién llegamos de Rusia y se incorporó a trabajar con la policía de New York.

Atraparon a los tipos y entregaron los animales al zoológico, pero sin darse cuenta una cría de boa constrictora terminó en su bolsillo y a pesar de las quejas de Anker nos la quedamos como mascota.

El problema es que hace unos seis meses desapareció. La buscamos por toda la casa y por el edificio pero no encontramos a Robert por ningún lado, estuve llorando como loca durante una semana y casi mato a Anker cuando confesó que sin querer dejó una de las rejillas de ventilación que están cerca del piso abierta mientras buscaba su teléfono ¿Cómo terminó el teléfono en la rejilla de ventilación? Ni idea, cuando lidias con Anker durante tantos años aprendes que de él se puede esperar cualquier cosa.

Por ejemplo que por su causa mi pobre Robert anda vagando en alguna parte del sistema de ventilación del edificio cazando ratones. Solo espero que si le da por aparecer algún día no lo haga en el apartamento de la señora Jones, la vieja se la tiene jurada desde que se comió a su feo chihuahua a pesar de que nosotros lo negamos. Cada vez que me la tropiezo me da una mirada asesina, ahora se compró un gato sin pelo, no sé que tiene esa señora con los animales feos.

Agarro a la serpiente y me la pongo sobre mis hombros y sostengo su cabeza con la mano derecha mientras con la izquierda empiezo a teclear.

Han visto esas películas de hace años donde aparecen mujeres con pelos cortos, plumas adornando sus cabezas y boas de plumas de colores llamativos como el rosa sobre sus hombros y bailaban en el cabaret, si, bueno yo tengo una de esas boas solo que la mía es una serpiente de tres metros. La cara de mi jefe va a ser épica.

Justo a las 8:00am el sonido de las puertas del elevador anuncia la llegada de dulce amargura, puntual como siempre. Me pregunto si alguna vez falta al trabajo.

¡Quiero matar a mi jefe! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora