¡Quiero matar a mi jefe!

Cap 21: ¡Oh dios Izan va a matarme!

Alaska's POV

Después de bajar a André del taxi y lograr que me dijera el número de su habitación, luego de prometerle que lo llevaría de visita a Ecuestria, cogimos el elevador.

Llegamos a su habitación después de correr por medio hotel tras él para devolverle el peluche de Twilight Sparcle que le robo a una niña en el elevador. Cuando se le pase la borrachera debemos hablar muy seriamente de su obsesión con My Little Pony.

Le quité los zapatos una vez estuvo acostado en la cama y lo tapé con las sábanas.

Me tomé la libertad de tomar una de las camisas blancas que había sobre la cómoda y seguro trajeron de la tintorería del hotel hoy. Entré en el baño y me quité el vestido que se me pegaba a la piel por causa de la bebida derramada sobre él.

Me puse la camisa que cogí prestada de André y me quité los zapatos que ya torturaron mis pies lo suficiente. Salí del baño y dejé mis cosas en una silla.

Luego de asegurarme que André estaba de lado por temor a que devuelva lo que tomó me acuesto en la cama junto a él y pongo el teléfono sobre la mesa después de poner la alarma para mañana.

Debería volver a mi habitación pero no me acuerdo en que piso era que estaba, supongo que en el último, y si bien estoy consciente de lo que hago, con todo lo que tomé es poco probable que dé con la suite matrimonial siendo los pasillos un laberinto. De hecho encontré la habitación de André gracias a una de las chicas del servicio. Además no quiero que el rubio muera ahogado en su propio vómito.

A la mañana siguiente

Siento un rayo de sol en la cara y el calor de un cuerpo tras el mío.

Abro los ojos tratando de adaptarme a la intensa claridad presente en la habitación. Cuando logro enfocar mi vista volteo a la derecha para asegurarme de que el brasileño siga con vida. Y así es, duerme profundamente con la boca abierta. Pero....

Levanto la sábana que lo cubre un poco y lo confirmo. ¡¿En qué momento se desnudó?!

Me paso la mano la frente y casi río ante lo malinterpretada que puede resultar la situación. Entonces me doy cuenta de algo, la luz que entra por la ventana es demasiado intensa. Y me hago una pregunta. ¿Qué hora es?

Miro el reloj sobre la mesita de noche para averiguarlo.

-¡¡Mierda!!«chillo al caer de la cama tratando de asegurarme de que la hora que vi es la correcta.

¡La puta alarma no sonó! Son las 11:30 de la mañana y el almuerzo es a las 12:00.

-¡¿Qué pasó?! ¡¿Quién fue?!«grita el rubio parado sobre la cama, y sí, está desnudo.

No es que la vista de semejante espécimen en esas condiciones sea non grata pero teniendo en cuenta de que apenas nos conocemos no es lo que se dice cómoda la situación.

-¿Puedes ponerte ropa?

Mi pregunta llama su atención haciendo que deje de mirar hacia todos lados y me encuentre todavía tirada en el suelo.

-Hola«muevo una mano saludándole.

Al verme su expresión pasa de confundida a una de pánico luego de bajar la mirada y darse cuenta de que efectivamente está desnudo. Con las mejillas adoptando un tono rojizo trata de cubrir su desnudes con las manos.

-¡Oh dios Izan va a matarme!«hace una mueca y yo enarco una ceja ante la mención de mi jefe»Si, él va a matarme cuando se entere de que algo pasó. Solo hay que ver como te mira.

-Eh«pongo una mano en mi cabeza y frunzo el ceño, de que rayos habla este.

André sigue murmurando cosas antes de darme la espalda y tratar de bajar de la cama.