¡Quiero matar a mi jefe!

Cap 46: Demostraciones de Poder

Alaska's POV

Unas horas antes de la fiesta

-De verdad que no era necesario que pagara todo señorita«asegura Támara la asistente de Izan mientras subimos al auto que nos ha estado llevando el día de hoy mientras nos ponemos lindas.

-Y yo te dije que yo invitaba, además quedamos en que era Alaska.

Ella asiente y me da una pequeña sonrisa. El auto se pone en marcha camino al hotel.

Durante la tarde después de descansar la mañana e ir a almorzar decidimos ir a la peluquería después de hacer un poco de turismo.

Ahora estamos camino al hotel para dejar a Támara. Me gustaría ver la cara del ruso cuando se entere de que no voy con ellos a la fiesta.

-Támara necesito que me hagas un favor«pido cuando el auto se detiene frente al hotel y uno de los guardaespaldas abre la puerta.

-Sí, dígame.

-Necesito que le digas al señor Ivanov que iré a la fiesta más tarde. Voy a ir acompañada y voy a reunirme con esa persona ahora por lo que no iré con ustedes.

-De acuerdo, yo se lo hago saber al señor Ivanov. Gracias por todo, que tenga buena tarde«se despide antes de bajar del auto.

-De nada, buena tarde a ti también«nos despedimos y la veo entrar en el hotel.

-¿A dónde vamos ahora señorita?«pregunta gigante rubio número dos, también conocido como Ryan, después de que el auto se ponga en marcha nuevamente.

-Vamos a casa de mi abuelo, a la casa grande de Moscú.

Ambos asienten y el auto se vuelve a poner en marcha. Por el camino me dedico a mirar por la ventanilla. Hacia bastante tiempo que no venía a Moscú. Y a pesar de que conozco la capital muy bien siempre me ha gustado ver los edificios y los lugares para hacer turismo, porque son realmente hermosos. Aunque definitivamente San Petersburgo es aún más hermoso, porque todavía conserva muchos edificios e iglesias antiguas. Además de ser la capital mundial del ballet, la ópera y el teatro.

Unos veinte minutos más tarde llegamos a mi destino. La enorme mansión de Moscú, propiedad de la familia y en la que nos reunimos todos cuando estamos la mayoría en la capital. Aunque no es algo muy habitual. Por eso mayormente nos quedamos en los apartamentos que tenemos en la ciudad.

Bajo del auto después que abriera la puerta para mí. Admiro la impresionante fachada, puede que mis abuelos nos hayan educado para no ser codiciosos o dependientes del dinero de la familia, pero ciertamente nos permitimos lujos. Aunque está mansión es más para dejar en claro cuan poderosos somos. Apariencias para deslumbrar a las polillas que quieren acercarse demasiado a la luz.

No me queda duda de que específicamente nos estamos quedando aquí porque ese viejo traicionero que tengo por abuelo tiene algo en mente para esta noche. Y estoy segura de que a las víboras no les va a hacer ningún tipo de gracia.

-Buenas tardes señorita«saluda amablemente una de las pocas empleadas que trabajan en la casa y que la mantienen mientras nosotros no estamos, lo que es la mayor parte del año.

-Buenos días Lena«correspondo al saludo, mi voz sonando más ronca por el acento como siempre que hablo en mi lengua materna»¿Mis abuelos?

-Están en la sala principal, con su padre y hermano«responde con una sonrisa que se hace más amplia al ver que le doy las gracias antes de salir corriendo en dirección a donde me indicó.

-¡Papá!«chillo con alegría cuando entro en la sala y lo veo de pie en el centro de esta, conversando con Yuri.

Casi corro a su encuentro y lo abrazo con fuerza, abrazo que él devuelve con la misma emoción. Papá es realmente alto, tanto como Izan, por lo que mi cabeza llega a su pecho.