Europio

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Kohaku regresó nerviosamente a su casa después de su visita al hospital.

En sus manos sostenía un sobre que cambiaría por completo la vida de su familia.

Y ahora una sola pregunta no dejaba de rondar por su mente… ¿cómo decirle a su esposo y a su hija que estaba embarazada?

El sudor comenzó a pelear su frente mientras contemplaba la puerta de su casa.

Después de años clamando que estaban más que felices con solo una hija y de que nunca quería volver a pasar por un parto, todo cambió al darse cuenta de que realmente había quedado embarazada otra vez. Y, ahora que su hija ya tenía casi trece años y ya no pasaba tanto tiempo con sus padres como antes, en realidad la idea le gustaba. El pensar en tener otra vez a un bebé en sus brazos le llenaba de calidez el corazón.

Pero estaba segura de que a su esposo e hija no iba a gustarles. Senku siempre decía que con "su mocosa" le bastaba y le sobraba, y Tsukiku era una niña un poco bastante celosilla. Y la verdad que la idea de ser la única feliz con el embarazo la entristecía.

Colocó su mano en la manija de la puerta y una vez más los nervios la invadieron.

¿Cómo reaccionarían?...

Escenario uno:

Se imaginó entrando, viendo a su esposo e hija hablando de ciencia en el sofá de la sala.

Tragó saliva y se plantó frente a ellos.

—Senku, hija… —Los miró solemnemente a ambos—. Debo informarles que… ¡estoy embarazada!

—¡¿Qué?! —Ambos se enfadaron de inmediato.

—Es suficiente. ¡Quiero el divorcio! —Senku sacó una maleta de la nada, se colocó un sombrero de copa ridículamente alto para cubrir todo su cabello y se fue hacia la puerta principal.

—¡Y yo quiero que papá se quedé con mi custodia! —Tsukiku también sacó una maleta y un sombrero y se marchó detrás de él.

—¡Esperen, no se vayan! —Los persiguió con lágrimas en los ojos.

Kohaku se estremeció frente a la puerta de su hogar.

Eso era un poco absurdo… ¿tal vez las hormonas ya la estaban afectando demasiado?

Tomó aire y entró, notando que la sala estaba vacía.

Oh.

Dejó el sobre en la mesilla y fue al comedor para ver si acaso estaban desayunando aunque ya fuera un poco tarde para eso. Tampoco los vio allí.

Fue a la habitación de Tsukiku y nada. Senku tampoco estaba en la habitación que compartían.

Jadeó al darse cuenta de algo.

Escenario dos:

—Mmm, mi esposa fue hacerse una prueba al hospital hace una semana… —dijo Senku pensativo—. Y ha tenido mareos… ¡seguro está embarazada!

Tabla Periódica SenHakuWo Geschichten leben. Entdecke jetzt