Tabla Periódica SenHaku

Aluminio

Senku estaba muy ocupado preparando las quinientas cuarenta y seis hojas para el proyecto científico que presentaría en su universidad el próximo mes como parte de su estudio específico sobre microbiología.

Tan ocupado estaba que apenas se dio cuenta de que su novia había llegado a su departamento.

Hace casi un mes que no la veía y aunque extrañaba su cuerpo cálido junto al suyo en su cama, se abstuvo de llamarla por tres largas semanas para poder continuar cómodamente con su proyecto. No era de extrañar que se haya impacientado y decidiera venir por su cuenta.

Preparando una disculpa mental, volteó a verla con cansancio, solo para congelarse al observarla bien.

-Kohaku...- su ceja empezó a temblar incontrolablemente. -¿Qué demonios traes en la cabeza?-

Ella sonrió inocentemente.

-Un sombrero de aluminio.- informó como si hablara del clima.

-Me di cuenta.- gruñó secamente. -¿Por qué?-

-¿No lo sabes?- se cruzó de brazos, con una mirada muy seria. -Me sorprende que no estés usando uno también. Para ser tan inteligente no estás nada informado.- negó con la cabeza reprobatoriamente.

-¿De qué demonios estás hablando?-

-¡El gobierno, Senku! ¿Qué no sabes que controlan nuestras mentes con ondas de radio? Lo dicen en ese blog de internet. Tú eres un científico ¿acaso quieres que te controlen? Deberías usar un sombrero de aluminio también.- se cruzó de brazos con una mirada solemne.

Senku se la quedó mirando fijamente por un momento, antes de estrellar la palma de su mano contra su frente tan fuerte que el ruido resonó en todo su departamento.

No... no podía ser.

No lo aceptaba.

¡No podía aceptar que su novia, la persona con la que estaba dispuesto a compartir su vida en el más íntimo de los sentidos, creyera en ese tipo de mierdas!

¡Esto era ridículo! ¡Ella no era tan cabeza hueca como Taiju como para caer en conspiraciones estúpidas!

-Kohaku...- se frotó las sienes. -Si esto es una broma te aseguró que no me causa ninguna gracia.- se pasó una mano por el rostro lentamente.

-Claro que no es una broma.- lo miró confundida. -¿Por qué bromearía con algo así?- sus ojos lo observaron con mucha seriedad.

-Por todos los cielos.- esto era grave.

¡¿Cómo pudo sentirse atraído por alguien así?! Ella siempre tuvo una mente rápida y astuta y ahora le salía con algo así. ¿Acaso la dopamina cegó sus sentidos y obvió las señales de completa ignorancia? Muy posible, ya que tendía a no pensar racionalmente cuando se trataba de Kohaku.

-Qué decepción que seas otro esclavo del gobierno, Senku.- lo miró con tristeza.

-Yo soy el único que se está llevando una decepción aquí.- negó con la cabeza. -Kohaku, por toda la ciencia en el mundo, ¿cómo puedes creer este tipo de mierdas? En primer lugar, el aluminio no es buen blindaje para la radiación, no sé de dónde sacaron eso. En segundo lugar...- se detuvo al ver sus labios temblar de repente.

Ella... Ella se estaba aguantando la risa.

Y él de repente recordó sus palabras de antes.

"¿Por qué bromearía con algo así?"

¿Tal vez porque la había prácticamente ignorado durante casi un mes?

Oh.

Se sintió increíblemente estúpido de pronto, y aparentemente lo mostró en su cara, porque ella de inmediato se carcajeó como si no hubiera un mañana.

Acabó prácticamente rodando en el suelo de la risa mientras él la miraba irritado, pero acabó riendo también, negando con la cabeza.

Debía admitirlo, cayó redondito en su broma.

-¡Debiste ver tu cara!- se levantó del suelo sosteniendo su estómago, todavía soltando pequeñas risas. -¡No puedo creer que te tragaras eso!-

Él se encogió de hombros, riendo entre dientes.

-Diez billones de puntos para ti, caí en tu broma.- rascó su oído con una sonrisa divertida. -Supongo que me lo merezco.-

-Claro que te lo mereces.- sonrió altivamente mientras se quitaba ese ridículo sombrero de aluminio. -Y como vuelvas a ignorarme por un mes otra vez tal vez me den ganas de empezar a creer que la tierra es plana.- sonrió traviesamente.

-Oh, Dios, por favor, no.- se llevó una mano a la frente, ya sintiendo jaqueca de solo pensar en que actualmente existían personas que creían eso.

Ella rió fuerte y alegremente y él de repente se dio cuenta de lo mucho que la extrañó.

Esa astuta leona siempre sabía cómo meterse debajo de su piel.

Pero él también tenía sus propios trucos.

Sonriendo diabólicamente, se acercó mientras ella seguía matándose de risa y se lanzó directo a besar su cuello, a lo que la risa murió de inmediato y los jadeos y suspiros de placer pronto empezaron a ser lo único que resonará entre las paredes de su departamento.

Después de todo, ella seguía siendo su sujeto de prueba favorito, e iba a examinarla a fondo para compensar el tiempo perdido.

Fin.

Holaaaaaaaaaaaa! :D

Segundo fic del Reto Tabla Periódica! Lo subí rápido porq son adorables y los amo ❤

Ah, y si creen que esto fue raro, se vienen más raros! XD

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaa!