Tabla Periódica SenHaku

Americio

-Senku.- apenas llamó ese nombre, Kohaku se mordió el labio, arrepintiéndose al instante de hablar.

Había estado buscando una excusa para hablar con Senku, y no es que se haya acobardado, solo que no creía que esta fuera la mejor forma de hablarle después de dos semanas ignorándolo.

-¿Sí, Kohaku?- volteó a verla con una ceja en alto.

Tomó aire, diciéndose que ya no había vuelta atrás, y prácticamente estrelló contra su pecho una revista.

-Necesito tu ayuda con un crucigrama.-

Senku se congeló por completo.

-Disculpa ¿qué?- la miró incrédulo.

-Necesito tu ayuda con un crucigrama.- repitió lentamente, con las mejillas rojas debido a que estaba muy consciente de que esto fue una pésima idea.

-No me hablas desde hace dos semanas, no contestas mis llamadas y me ignoras deliberadamente, y ahora vienes a mi laboratorio al otro lado del campus universitario para pedirme ayuda con un crucigrama. ¿En serio?- la miró como si fuera estúpida.

Y tal vez lo era.

-¡Es una pregunta científica!- intentó defenderse para no quedar todavía más como una tonta. -Y Chrome no la supo responder así que pensé en ti y… eso.- presentía que su intento de no quedar como una tonta solo la hizo ver peor.

Rodando los ojos exageradamente, Senku estiró una mano para luego mirarla con rostro resignado.

-Bien, dame la revista.- rápidamente ella le dio la revista y una pluma.

-Es la que dice lo del elemento químico de no sé qué.- informó mientras se removía incómoda en su lugar.

-Elemento químico artificial situado dentro del grupo de los actínidos en la tabla periódica de los elementos.- leyó en voz alta. -Tiene ocho letras y empieza con A. Esto es absurdamente fácil.- rodó los ojos otra vez. -Te lo diré, pero con una condición.- levantó un dedo.

Ella se tensó de inmediato.

Esto no estaba yendo como quería…

-¿Cuál?- aun así levantó la barbilla orgullosamente y lo desafió con la mirada, enfrentando sus fríos ojos.

-Quiero que dejes de ignorarme.- dijo tan directo como siempre, sorprendiéndola enormemente. -No me mires así, sabes que es ridículo lo que haces. Somos vecinos y tu tía es mi madrastra, no puedes solo sacarme de tu vida y ya. Y menos después de lo que me dijiste.-

Kohaku hizo una mueca.

Como odiaba que Senku fuera tan directo, a pesar de que también amaba eso de él. ¿Quién la entendía? Ella seguro que no.

-Bueno, no es bonito que te rechacen, Senku.- cruzó los brazos bajo su pecho y apartó la mirada. -¿Qué se supone que debía hacer? Tal vez tú puedas seguir como si nada pero yo no.- solo recordarlo aún dolía.

-¿Y quién demonios dijo que te rechace?- esa pregunta la tomó por sorpresa.

-Tú, obviamente.- lo miró mal. -¿Qué clase de pregunta es esa?-

-Yo dije que no tengo tiempo para una relación ahora mismo.-

-Lo sé.- hizo una mueca de amargura. -Eso mismo se llama rechazo, Senku.- ahora ella rodó los ojos.

-No, eso se llama pedirte tiempo.- sonrió divertido. -Nunca dije que no correspondía a tus sentimientos.-

Ella se congeló.

-Disculpa ¿qué?- esta vez ella lo miró incrédula.

-Por si tres años de celarte en preparatoria no te dieron una pista: sí, sí me gustas.- eso la dejó con la boca por los suelos y los ojos desmesurados. -Y todo lo que dije fue que no puedo tener una relación en este momento, pero si pudieras darme hasta que termine mi carrera te lo agradecería. Solo me faltan unos meses, ya sabes, ¿o acaso estás tan desesperada por mí?- sonrió arrogantemente.

Se quedó quieta en su lugar, incapaz de decir nada.

Él sonrió divertido, pero con cierta suavidad.

Rápidamente escribió algo en su revista y la colocó en sus manos, para luego retirarse murmurando algo acerca de ir a buscar más materiales para su invento.

Kohaku miró curiosa la revista, viendo la respuesta correcta escrita. El elemento se llamaba "Americio".

Pero a un lado del juego también escribió "te llamaré luego, intenta no ignorarme". Y eso fue suficiente para arrancarle una sonrisa esperanzada. Y muy feliz.

Fin.