Tabla Periódica SenHaku

Kriptón

(N/A: Este fanfic forma parte del mismo universo que mi fanfic "Glitches", pero no es 100% necesario haberlo leído para entender este).

Tener una novia de otro mundo tenía sus ventajas y desventajas.

Después de soñar con un mundo donde todo el mundo se petrificaba y él despertaba 3.700 años después, encontrándose con una aldea y yendo contra un tal Whyman, se encontró con una especie de entrada a otra dimensión que lo comunicó con Kohaku, la primera aldeana que vio en sus sueños. Ella venía de una dimensión en la que su estatua se rompió, mientras que él pertenecía a una dimensión donde la petrificación jamás ocurrió.

La entrada por la que pudieron encontrarse se hallaba en el árbol de alcanfor, en el patio de su escuela, ¿por qué? No tenía idea, quizás porque era lo único que había durado 3.700 años y estaba tanto en su realidad como en la de ella.

Esa entrada les permitía cruzar al mundo del otro. Senku ya había ido varias veces a su mundo, visitando la Aldea Ishigami, y esta no era la primera vez que Kohaku venía a su mundo, pero esta vez iba a quedarse un mes debido a que el padre de Senku estaba fuera de casa por trabajo, y luego de unos días le empezó a dar curiosidad ir a la escuela.

Él le consiguió unas falsificaciones y la inscribió como una estudiante de intercambio, ya que gracias a Chrome y Ruri ella había aprendido a leer.

Pero, aunque sabía leer, aún le faltaban muchísimos conocimientos para poder asistir a primero de preparatoria, aunque solo iría dos semanas, pero Senku era un firme amante del conocimiento, así que se puso en la tarea de ayudarla a cumplir con todas las tareas que dejaba la escuela y además enseñarle lo básico.

Kohaku era sorprendentemente buena en matemáticas, una vez le explicó las fórmulas y el uso de los símbolos, aprendió muy rápido a resolver ejercicios de nivel de primaria, y a los pocos días empezaron con los de nivel de secundaria. Para alguien de su edad que había pasado toda su vida casi sin educación académica, era impresionante.

Parecía que todo lo que tuviera que ver con literatura le costaba mucho más, pero se esforzaba bastante, sobre todo porque aprendió la importancia de leer y escribir para ayudar a su aldea con todo lo que Senku quería hacer por ellos incluso sin salir de su mundo, o sí es que alguna vez no pudieran volver a cruzar las dimensiones.

Era en física y química donde tenía más problemas. Era lo que a Senku más le gustaba, pero todo respecto a eso hacía que Kohaku se mareara bastante. Aún así trataba de ser paciente y ayudarla en todo para que aprendiera.

Pero no es que estuvieran estudiando todo el tiempo, también le gustaba enseñarle cosas más divertidas, como los mangas y comics. Era otro incentivo para que le pusiera más empeño a aprender a leer.

La llevó una tienda para que escogiera lo que quisiera.

Esto de tener novia salía caro, pero valía la pena por sus sonrisas impresionadas y ojos brillantes. Agh, estar enamorado daba asco.

—Algunos tienen palabras que no entiendo en absoluto... —murmuró mirando a comics que tenían sus títulos originales en inglés.

—No creo que haya tiempo para enseñarte a leer inglés además de aprender hiragana, katakana, kanji y romaji. —Rió entre dientes—. Solo escoge los que te llamen más la atención por el dibujo o por lo que sea. —Rascó su oído con el meñique.

Le recomendó algunos comics clásicos y Kohaku escogió dos que le gustaban, luego empezó a mirar mangas.

—¿Qué es esto? No entiendo qué significa... —Le señaló un manga en particular.