Mercurio

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(N/A: Esto es una continuación de mi fic llamado Felicidades en la colección de One shots SenHaku, pero no es necesario leerlo para entender este fic, ya que les hice un resumen no tan resumido! ;D)

Senku recordaba lo que pasó a la perfección.

Era su cumpleaños, pero él estaba muy ocupado, con mucho tiempo sin dormir ni comer, a punto de terminar su proyecto más importante.

Y en ese momento Kohaku llegó, preocupada por él y ofreciéndole ramen.

—Déjalo en la mesa al otro lado del laboratorio y vete, no es un buen momento —murmuró él sin siquiera mirarla.

Ella insistió en que debía comer y dormir. Él insistió en echarla de allí.

—Senku, está bien si no quieres comer, pero al menos debes dormir. Solo un par de horas y ya no te molestaré más.

—¿Y se supone que eso es un intercambio equivalente? —Soltó una risa seca y cínica que la hizo crisparse con indignación—. Tú no tienes ningún derecho a decirme qué hacer. ¿Crees que porque tuvimos relaciones sexuales estando borrachos ya tienes derecho sobre mí? ¿Te crees mi novia o algo?

Kohaku jadeó, horrorizada.

—¡¿Recuerdas eso?! Pensé que lo habías olvidado... No me dijiste nada después de...

—No te dije nada porque no me importó en lo absoluto —masculló con total indiferencia, dejándola helada y pálida, mirándolo con los ojos llenos de dolor—. Ahora vete, y si puedes dile a los demás que intenten no estorbarme hoy. —Le dio la espalda y volvió a sus importantes cálculos.

Claramente la molestó, la hizo llorar... y la hizo enfadarse tanto que estrelló un puñetazo en la computadora en la que Senku había estado trabajando, tan fuerte que incluso la atravesó y llegó a golpear la estructura de la máquina del tiempo.

—¡¿Qué demonios, Kohaku?! ¡¿Sabes lo que acabas de...?! —El grito de Senku quedó incompleto, de pronto hubo un enorme destello de luz verde que iluminó todo el laboratorio, seguido de una explosión que hizo volar las puertas y llenó de humo todo el edificio.

Sus amigos probablemente se dieron cuenta de lo que pasó, pero Senku fue expulsado a un universo totalmente diferente... igual que Kohaku.

.

Hubo un destello de luz verde y Kohaku cayó sentada en unos cojines, en una especie de palacio extraño de madera y mármol, con diez personas encapuchadas rodeándola inmediatamente, con la intención de atraparla.

Sacó su katana y peleó contra ellos, desmayándolos y escapando apenas pudo, corriendo a través de esa extraña mansión, jadeando al ver que la construcción era muy larga y había una enorme fuente de un extraño líquido plateado raro que era casi hipnótico de ver en medio de un suelo de piedra pulida, pero no tenía tiempo para quedarse prendada viendo, así que siguió corriendo hasta que otro encapuchado le impidió el paso.

—Vaya, hasta que al fin llegas... —De pronto, se quitó la capucha, revelando su cabello blanco-verdoso— leona.

Kohaku lo miró con la boca abierta.

—¡¿Senku?!

Él le sonrió y ella notó que era diferente. Él parecía ojeroso, cansado y con ligeras arrugas alrededor de los ojos, cosa que quizás no habría notado sin su excelente vista. Su cabello también era diferente, estaba más caído, aunque no totalmente, y tenía la mayor parte envuelta en una coleta baja descuidada. Él estaba usando traje y una bata de laboratorio, pero no era la misma ropa que le había visto hace minutos, aunque sí era bastante parecida.

Tabla Periódica SenHakuWhere stories live. Discover now