Capítulo 11: La prodigio

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POV Jade/Hermione
Al cabo de un rato distinguí a los chicos, por lo que saqué mi varita, antes que bajaran más, lancé el hechizo "Arresto momentum duo", lanzando a toda velocidad mi arpón mejorado y atrayendo el auto a mí, cambiando al instante su dirección, solo oí los gritos de los chicos, hasta que llegaron a tierra de forma estrepitosa pero más segura.

Como esperaba, la varita de Ron estaba rota, guardé mi arpón y lancé un "reparo", aunque luego tendría que repararlo de mejor manera, el auto sacó a los chicos de si interior, así que no lo pensé más y lo metí en mi bolso en lo que los chicos reaccionaban, lo repararía esta noche.

Ayudé a los chicos y corrimos dentro del colegio, ya que era seguro que había comenzado la cena, pero antes de llegar chocamos con Quejicus, que nos miró mal, nos llevó a la oficina, aunque yo no pintaba nada ahí me iba a reprender de igual manera. Pasó lo que tenía que pasar y fue por Dumbledore y McGonagall.

Tuve que escuchar todo lo que sucedía, pero no me dijeron que saliera, lo que se me hizo muy raro, al final, los chicos salieron y yo estaba por salir con ellos, pero fui detenida por Snape, quien se puso frente a mí cortándome el paso haciendo un gesto que decía claramente que volteara a ver a Dumbledore.

La mirada de los tres adultos estaba fija en mí, mientras suspiré y me regresé a sentar, Dumbledore me sonrió, pero sus ojos a través de sus lentes de media luna me dejaban claro que tenía dudas y me estaba analizando.

- Bien, señorita Granger ¿hay algo que quiera decir? - dijo Dumbledore.

- Ah... - ¡piensa Granger! ¡PIENSA! - Esta noche, Marte brilla mucho - dije asiéndome la loca.

- ¿Cómo es que usted sabía la posición exacta donde sus amigos aparecerían? - dijo ya Snape, sin ocultar su fastidio y molestia por mi comportamiento.

- No lo sé, los busqué por todo el tren, así que pensé que no vendrían a este curso, así que llegando decidí salir del castillo, el considerar que mis amigos decidieran no venir por mi culpa o algo así me atemorizaba, pero entonces cuando decidí escribirles una carta vi el auto, parecía que habían perdido el control, así que opté por ayudarlos, eso es todo. - hablé de forma convincente, McGonagall parecía creerme, Snape me miró con sospecha, pero Dumbledore no se tragaría mi cuento tan fácilmente, aun así asintió, los chicos iban a tener un castigo, no bajaron puntos a Gryffindor, además de las cartas a sus familias, no creo que haya pasado nada grabe.

- Bueno, señorita Granger, creo que puede retirarse. - dijo Dumbledore, a lo que yo simplemente asentí.

Pasé al lado de Snape y sonreí con burla, me miró mal pero salí de ahí antes de que dijera algo, estaba consiente que aunque soy una niña, sospechen por mis acciones, seguro me vigilaran, pero bueno, ya me las apañaré para hacer lo que tenga que hacer, después de todo, soy una reencarnada.

(...)

Al llegar a la torre, los chicos ya habían escapado a su dormitorio, Percy estaba furioso y se acercó a mi abriéndose paso entre toda la multitud que hablaban del suceso, parecía tener toda la intención de reñirme, pero antes de que dijera algo hable.

- Antes de que digas algo, yo no sabía nada, y no tienes por qué enojarte, ya tienen demasiado con el humor de Snape y la indignación, además, no les bajaron puntos a Gryffindor, serán castigados, sí, pero no los expulsaran, y el deber de regañarlos es de tus padres, que seguramente ya están siendo notificados acerca de este suceso, seguro que no pasaran por alto esa gran falta. - lo dije todo sin dejar que me interrumpiera, entonces decidí dejarlo hablar, pues ahora parecía querer quejarse.

- Pero ¡¿Cómo demonios se les ocurrió algo tan irresponsable?! ¡No pensaron en las consecuencias! ¡¿Qué hubieran hecho si realmente los hubieran expulsado?! - dijo mientras los estudiantes comenzaron a subir a sus respectivas habitaciones para descansar.

¡¿Soy Hermione Granger?!Where stories live. Discover now