Capítulo 37: Escarmiento

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POV Jade/Hermione
La mañana llegó, y con ella, noticias ya esperadas por mí, lamentablemente sir Cadogan fue despedido, por lo que volvió al séptimo piso, la señora gorda volvió, y con ella una guardia de troles que pidió para su seguridad, si yo podía con un trol, era evidente que un mago adulto y experimentado como Sirius también podía, mas no diría nada.

Neville había caído en desgracia. La profesora McGonagall estaba tan furiosa con él que le había suprimido las futuras visitas a Hogsmeade, le había impuesto un castigo y había prohibido a los demás que le dieran la contraseña para entrar en la torre. El pobre Neville se veía obligado a esperar cada noche la llegada de alguien con quien entrar, mientras los troles de seguridad lo miraban burlona y desagradablemente.

Poco después las lechuzas del colegio entraron como flechas en el Gran Comedor, llevando el correo como de costumbre, y Neville se atragantó cuando una enorme lechuza aterrizó ante él, con un sobre rojo en el pico. Un vociferador, ya me imaginaba lo que venía con eso.

— ¡Tómalo y vete, Neville! — le aconsejó Ron.

Neville no lo pensó dos veces, tomó el sobre y, sujetándolo como si se tratara de una bomba, salió del Gran Comedor corriendo, mientras la mesa de Slytherin, al verlo, estallaba en carcajadas. oímos el vociferador en el vestíbulo. La voz de la abuela de Neville, amplificada cien veces por medio de la magia, gritaba a Neville que había llevado la vergüenza a la familia, él no se merecía eso, pues la culpa recaía en mi gato.

A Harry también la había llegado una carta, y por lo poco que vi, era de Hagrid, he pasado algo de tiempo con el en mis cortas visitas, el parecía preocupado la última vez que lo vi, razón, dice que se ha dado cuenta de que unos Slytherin me observan cuando me encuentro sola leyendo, después se enteró de la pequeña pelea que tuve con Ron y que por eso estaba sola.

Seguramente va a decirles a los chicos acerca del tema, siguiendo con la trama, además de que probablemente les cuente acerca de su juicio y como al final lo ayude a ensayar para que tuviese oportunidad, Ron se quejaría de que mi gato mató a su rata, no me perdonara hasta que se desenvuelva la historia como tiene que ser. 

No tardé mucho para ver la noticia de que las visitas a Hogsmeade se reanudarían, por lo que sonreí con travesura, realizaría un intento de escape un poco más elaborado para hacerles bromas a Filch y Snape, quien nuevamente no me quitaría la mirada de encima junto a McGonagall.

(…)

Harry no me había contado acerca de su plan de fuga, por lo que no me molesté en intentar hablar con él, ya había averiguado como hacer una replica del mapa de los merodeadores, por lo que lo hice la noche anterior en ausencia de los chicos. Tampoco me molesté en hablar con los demás acerca de mi otro plan de fuga, mientras menos personas supieran, mejor.

Me levanté antes y preparando mis cosas, después del desayuno inicie mi plan, aunque no pensé que desde temprano Snape me estaría vigilando desde temprano, tal vez exageré con las travas de la última vez, recurrir a las tradicionales bananas seguramente resultó molesto para él.

Caminaba por los pasillos sentía su presencia, junto a la mirada de otros profesores, al parecer varios me vigilaban disimuladamente, me encogí de hombros mientras apareció Myrtle en mi rango de visión y comencé a correr en su dirección, frente a la mirada de extrañeza de los demás, sentía la presencia de Snape pisándome los talones, por lo que comenzaron a aparecer otros fantasmas que hablaban casualmente.

Un fantasma detuvo a Snape un momento, cuando de la nada apareció Peeves y arrojó la primera bomba de humo, el segundo en el que Snape se tardó en dispersar el humo, yo utilicé uno de los ganchos de espías que llevaba bajó mi suéter, aferrándome a la parte alta y utilizando un hechizo desilusionador en mí, perdiéndome con mi entorno.

¡¿Soy Hermione Granger?!Where stories live. Discover now