Capítulo 35: Patronus y ¿Qué somos?

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POV Jade/Hermione
Los alumnos volvieron sin problema, Oliver parecía llegar fresco y con ideas, estaba animado de lo que se vendría para nosotros, me buscó para hablar de su inseguridad con respecto a los dementores, dado que parecían sumamente interesados en nosotros, no nos quería exponer, pero le dije que sabía defenderme y que ayudaría a Harry, le dije que le enseñaría como defenderse de un dementor.

Parecía más tranquilo, ya en la cena le explicamos que Harry tenía una saeta de fuego, lista para iniciar los entrenamientos, eso lo animó más de lo que esperábamos, asegurando que ese año seguramente tendrían la copa, me alegraba, solo que sabía que los entrenamientos serían aún más intensos.

Las clases comenzaron, pero las clases con un Hagrid fueron inusualmente más tranquilas, sabía que tenía que estar mucho más preocupado por Buckbeak de lo que aparentaba, aunque no perdió la oportunidad para agradecerme la defensa tan bien estructurada que le mandé.

Con la profesora Trelawney las cosas fueron por otro rumbo, dado que inició las clases de quiromancia, no dudando en informar que Harry tenía la línea de vida más corta que había visto. Harry me veía impaciente, supongo que, por llegar con Remus, para practicar el patronus.

Al final de la clase de defensa contra las artes oscuras, Harry y yo le recordamos a Remus acerca de la promesa de las clases, por lo que, justo como en los libros, quedamos con tenerlas ese jueves, en el aula de historia de la magia, ya más conforme con esa respuesta, Harry y yo nos retiramos.

— Aún parece enfermo, ¿verdad? — dijo Ron por el pasillo, camino del Gran Comedor.

— ¿Qué crees que le pasa? — dijo Harry y ambos voltearon a verme.

— Será mejor que se vayan utilizando ese cerebro que tienen chicos — dije mientras me acomodaba mi mochila repleta de libros.

— ¿Por qué no decirnos? — me preguntó Ron irritado.

— Aunque sepa la respuesta, si no llegó a estar con ustedes algún día, deben saber que también son capases — dije como si hablara con uno de mis hermanos menores, para después echar mi mochila al hombro, ambos intercambiaron miradas preocupados.

— ¿estás enferma? — dijo Ron — o… solo no sabes la respuesta y no quieres admitir que no lo sabes.

— Bueno, la última vez, resulta ser que realmente no creyeron en mí, eso no me molesta, mi cerebro a veces trabaja de forma extraña incluso para mi — dije con simpleza.

— Si no nos lo quieres decir, no lo hagas — dijo Ron con brusquedad, exasperado por el intercambio de miradas entre Harry y yo.

— Bien — respondí Hermione, y me marché.

— No lo sabe — escuché decir a Ron en la distancia.

(…)

Pronto llegó el jueves, Harry y yo acudimos temprano al lugar citado por Remus, el parecía nervioso, yo estaba relajada, sabía que lo lograría, tarde o temprano, solo que no le mencioné a Tom de estás clases, ya que se molestaría, ese sexto sentido me decía a gritos que no me hubiera dejado salir de la maleta esta mañana si le decía que tomaría otras clases privadas con Harry.

No sabe la verdad y ya lo toma como un enemigo declarado, no quería acrecentar ese odio tan peculiar hacia Harry, él y yo llevábamos una relación algo complicada, su compañía era agradable, siempre que podíamos, leíamos a la par del otro, me recostaba en su regazo o se recostaba en el mío, cuando llegaba la hora de despedirnos, me robaba un beso, nunca le dimos un nombre, no lo pidió, y yo tampoco, pero una parte me dejaba claro que no lo necesitábamos.
 
Salí de mi curiosa ensoñación cuando llegué con Harry, encendimos las luces e instantes después llegó el profesor Lupin, traía consigo una gran caja, donde traía al boggart.

¡¿Soy Hermione Granger?!Where stories live. Discover now