¡¿Soy Hermione Granger?!

Capítulo 16: El diario de Tom

Aviso: en la última parte hay una lluvia de preguntas incómodas, pueden evitarlo o saltarlo si así gustan.

Habiendo dicho eso, comencemos.
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POV Jade/Hermione
Caminaba por los pasillos de Hogwarts junto con los chicos, iba de visita a ver a Myrtle, pues cada cuanto me pasaba por ahí para vigilar la futura aparición del diario de Riddle, todo a partir del último evento mencionado en el libro, ya habían vuelto a Hogwarts los demás estudiantes, por lo que parecía ser que el evento más importante de este año se aproximaba.

Ron se encontraba interrogándome constantemente acerca de mi paradero cuando desaparecía, a lo que Harry pensaba que estaba tras de Ginny y me ayudaba diciendo que escapaba a la biblioteca, cosa a la que Fred no le daba mucha gracia que digamos, a George le causaba cierta gracia, pero no decía nada, lo que solo causaba que Harry no entendiera nada.

Después de lo ocurrido en el GC con respecto a mi discusión con los gemelos, había estado huyendo de ellos de forma inconsciente antes de poder quedarnos a solas, lo lamentaba un poco, pues disfrutaba pasar tiempo con ellos, pero no quería tocar temas amorosos que me distraerían de lo principal, que era salvar mi vida y la de Ginny.

Cuando llegamos no había rastro de Filch, solo había agua por todos lados, por lo que caminé a paso seguro a donde se encontraría Myrtle, la encontré llorando sin consuelo y el diario estaba en el piso, me acerqué y lo recogí sin dudar, me ponía triste ver a Myrtle así…

— Myrtle… ¿Qué sucedió? — dije sabiendo la respuesta.

— ¿Quién es? —preguntó Myrtle, con tristeza, como haciendo gorgoritos—. ¿Vienes a arrojarme alguna otra cosa?

— ¿Por qué tendría que hacerlo? — preguntó Harry mientras se acercaba al retrete.

— ¡No sé! — gritó Myrtle, provocando al salir del retrete una nueva oleada de agua que cayó al suelo ya mojado—. Aquí estoy, intentando sobrellevar mis propios problemas, y todavía hay quien piensa que es divertido arrojarme un libro…

Antes de que Ron le hiciera el comentario que la haría enojar más lo miré dejando en claro que se callara, cosa que hizo.

— ¿Quién fue? ¿lo viste? — indagué sabiendo lo que contestaría.

— No lo sé… Estaba sentada en el sifón, pensando en la muerte, cuando oí un ruido y recordé lo que me dijiste, cerré los ojos y entonces me dio en la cabeza — dijo Myrtle, mirándonos.

— Tranquila Myrtle, me alegra que me escucharas, es peligroso estos días, incluso para ustedes, no quiero que te pase nada — mis palabras la tranquilizaron un poco — por ahora, no importa que tanto te molesten, solo enciérrate en el baño y no mires a ningún lado. — dije segura y ella asintió. — bien — apunté mi varita a uno de los baños y lo cerré con seguro lanzando un hechizo no verbal. — ese será, y con el hechizo no podrán abrirlo con facilidad, nosotros investigaremos quien lo hizo. — dije tomando con seriedad el diario.

Salimos de ahí mientras oía un leve susurro de Myrtle “también cuídate mucho…” antes de cerrar la puerta.

(…)

Al final tuve la conversación con los chicos acerca del diario y de Tom, la información de que la cámara fue abierta hace cincuenta años y que era lamentable que Riddle no había escrito nada en el diario, pero al final yo me lo quedé para “inspeccionarlo” de forma minuciosa.

El sol había vuelto a brillar débilmente sobre Hogwarts. Dentro del castillo, la gente parecía más optimista. No había vuelto a haber ataques después del cometido contra Justin y Nick Casi Decapitado, y a la señora Pomfrey le encantó anunciar que las mandrágoras se estaban volviendo taciturnas y reservadas, lo que quería decir que rápidamente dejarían atrás la infancia.