Capítulo 48: Mundial de Quidditch

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POV Jade/Hermione
Los gemelos no dejaban de lanzar miradas acusatorias a mi persona desde que se fue Oliver.

Habíamos montado las tiendas delante de una especie de calle que llevaba al estadio, y el personal del Ministerio iba por ella de un lado a otro apresuradamente, y al pasar saludaban con cordialidad al señor Weasley. Éste no dejaba de explicarnos quiénes eran, sobre todo a Harry y a mí, porque los demás sabían ya demasiado del Ministerio para mostrarse interesados.

Al final con la fogata en todo su esplendor, nos pusimos a freír huevos y salchichas cuando llegaron Bill, Charlie y Percy, procedentes del bosque.

-Ahora mismo acabamos de aparecernos, papá - anunció Percy en voz muy alta causando una pequeña risa en mi persona - ¡Qué bien, el almuerzo!

Pronto conocimos a Ludo Bagman, quien fue el que consiguió los boletos para toda la familia, he de decir que estaba sorprendida, podrá ser algo despistado y descuidado, pero no me parecía una mala persona
Hicieron las apuestas y entre muchas otras cosas, se habló de Barty Crouch, quien no tardó en llegar, Percy parecía seguir endiosado con él, pero ya no era mucho de estar tan molesto con los demás, simplemente se limitaba a estar tranquilo, aunque realmente parecía besarle los pies a su jefe, que ni siquiera podía recordar su nombre.

Al final el señor Crouch se fue junto con Bagman, por lo que los gemelos no dudaron en preguntar acerca de lo del evento que se llevaría a cabo en Hogwarts, pero nadie habló, Percy sonrió con autosuficiencia, y yo reí.

-¿Acaso tu no tienes curiosidad Hermione? - dijo Fred y varias miradas se centraron en mí, pero las miradas más molestas venías de Harry y Ron.

-Estoy bien, haciendo un estudio de probabilidad, estoy un 97% segura de que es lo que pasará en Hogwarts que mantiene al ministerio tan misterioso. - dije y me vieron con sorpresa.

-Eso es imposible - dijo Percy y yo sonreí.

-¿quieres que te lo diga? - dije y alzó una ceja considerándolo, pero después asintió, así que me acerqué y el se agachó algo incrédulo. Susurré tan bajo y tenue como pude. - el "torneo de los tres magos".

-¡NO PUEDE SER! - Dijo separándose de mi en un estado de shock.

-¿si lo sabe? - dijo el señor Weasley con sorpresa.

-Entonces dinos Hermione - dijo Fred.

-Lo lamento mis queridos amigos, el ministerio no lo ve apropiado, además, lo que da más emoción es el misterio - dije y resoplaron.

-No me sorprende - dijo esta vez Ron en tono mordaz. - siempre se queda callada cuando uno más lo necesita. - dijo y el ambiente se puso incómodo.

-Vaya que sabes arruinar un ambiente Ronald - dijo George y los mayores asintieron.

(...)

Conforme avanzaba la tarde la emoción aumentaba en el cámping, como una neblina que se hubiera instalado allí. Al oscurecer, el aire aún estival vibraba de expectación, y, cuando la noche llegó como una sábana a cubrir a los miles de magos, desaparecieron los últimos vestigios de disimulo: el Ministerio parecía haberse resignado ya a lo inevitable y dejó de reprimir los ostensibles indicios de magia que surgían por todas partes. Realmente me terminaron pareciendo lamentables.

Los vendedores se aparecían a cada paso, con bandejas o empujando carros en los que llevaban cosas extraordinarias: escarapelas luminosas (verdes de Irlanda, rojas de Bulgaria) que gritaban los nombres de los jugadores; sombreros puntiagudos de color verde adornados con tréboles que se movían; bufandas del equipo de Bulgaria con leones estampados que rugían realmente; banderas de ambos países que entonaban el himno nacional cada vez que se las agitaba; miniaturas de Saetas de Fuego que volaban de verdad y figuras coleccionables de jugadores famosos que se paseaban por la palma de la mano en actitud jactanciosa.

¡¿Soy Hermione Granger?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora