➷ 𝚃𝚘𝚘 𝚢𝚘𝚞𝚗𝚐 𝚝𝚘 𝚗𝚘𝚝 𝚋𝚎 𝚊 𝚍𝚛𝚎𝚊𝚖𝚎𝚛 ➹ [Yoonmin]

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En el quinto mes... hubo un pequeño bajón. El dinero se terminaba y su fecha debut parecía inexistente, ni siquiera lo habían contemplado en alguna de esas eternas reuniones. El álbum estaba terminado, el photoshoot había sido bastante vergonzoso mas habían conseguido buenas fotos, sus videos simples donde contaba cosas sin mucho sentido comenzaban a tener visualizaciones.

- Repite de nuevo- volvió a colocarse lo auriculares, ¿cuántas veces había repetido el jodido mismo verso? ¿Cien? ¿Mil? Su garganta dolía a horrores y la maldita frase nunca salía exactamente como él quería, esa canción definitivamente le estaba dando un quebradero de cabeza.

Quizás fue el exceso de trabajo que le hizo sentir marginado del mundo y de sus seres queridos, quizás fue la fatiga de llevar su cuerpo al límite cada día durmiendo apenas dos horas, quizás fueron sus esperanzas que se tambaleaban en sus cimientos, quizás eran esos comentarios los que colmaron el vaso.

- Vuelve a esa posición- el grueso eye-liner hacía que sus ojos picaran y por alguna razón cada quince minutos se lo retocaban, que el staff estuviera constantemente vistiéndolo o tocándole era muy desagradable y no sabía en que momento podría llegar a acostumbrarse. Odiaba las sesiones de fotos.

"Es demasiado feo para ser un idol", "Si dice ser rapero pero se ha hecho idol, es porque su rap debe ser horrible", "Yo lo conozco del rap underground, que ahora sea un idol es una vergüenza para la cultura hiphop", "Gloss ya no vuelvas al mundo del rap underground, no aceptamos a idols vendidos", "He visto sus videos, esa mierda no es hiphop", "Con tanto maquillaje parece una mujer, eso no es hiphop".

Sus compañeros de escuela en Daegu no desperdiciaron la oportunidad y dejaron varios comentarios también, se podía decir que la mayoría de gente que tenía algo en su contra había decidido dedicar su vida a dejarle comentarios repulsivos en sus redes sociales. Yoongi tenía dos tipos de reacciones en la vida, normalmente, una ocurría en el exterior y otra en el interior.

La exterior era pura ira concentrada, deseo de hacer que esa gente se comiera sus palabras, era un buen motor para seguir adelante. La interior... era un golpe bajo a suya frágil autoestima, que le hacía no querer salir de la cama para solo recibir ataques, para solo hacer su música que era una mierda y rapear cuando era increíblemente malo en ello. O eso se hacía creer.

- Hey, Sejin- su guardaespaldas/manager/nutricionista/entrenador se giró- Voy a saltarme la dieta hoy, comida familiar.

- Bien, lo apuntaré- algo que debía admitir era que tener un chofer era lo mejor del mundo, aunque tuviera sus connotaciones controladoras, le hacía sentir una celebridad. Alguien importante que podía decir un lugar y tendría un coche dispuesto a llevarlo mientras él se relajaba en el asiento trasero, por supuesto esa libertad de movimiento era una farsa teniendo en cuenta su apretado horario, pero era agradable- Hemos llegado- hace unos meses, era él quien decía eso.

- Gracias- Taehyung, que había estado observando cautelosamente la furgoneta negra, se sorprendió al ver a Yoongi y no a un miembro de la mafia o a un secuestrador de omegas.

- Vaya vaya, el idol- le dijo entre burla y admiración.

- ¿Tu también estás invitado?- juntos se pararon frente a la puerta.

- Soy el novio de Jungkook y el casi hijo adoptado de Namjoon, por supuesto que estoy invitado- tocó la madera con confianza- ¡Hemos llegado!

- Pasad, rápido- Seokjin les abrió ajetreado- Yoon ayúdame en la cocina, Jimin explotó algo.

- ¿Qué?- su omega apareció oliendo a humo- ¿Estás bien? ¿Dónde está Minmin?

- Con papá- se limpió los restos negruzcos de la cara- Sinceramente no se que hice.

- Yo me encargo, ve al salón y tráemela- Jimin era un chico testarudo, verle sumiso ante su alfa era inusual, mientras el omega mayor se regocijaba el menor suspiraba.

- Hey, hey, hey- Namjoon gruñó cuando su hijo le quitó a su nieta- Soy el abuelo tengo prioridad.

- Tiene más prioridad su padre que lleva una semana entera sin verla- le sacó la lengua y le llevó la niña, su novio estaba exhausto y que hiciera el esfuerzo de cumplir el compromiso con su familia le llenaba de felicidad y culpa. Él sabía perfectamente que Yoongi mataría a alguien por dormir en este momento o estar únicamente los tres, era algo que entendía, mas que su manada entera se reuniera de vez en cuando era importante para él. Y Yoongi también entendía eso.

- Mi amooor- el alfa abrazó a la bebé mientras terminaba de preparar algunos platos, su olor todavía no definido le trajo inmediata tranquilidad. Estaba tan... cansado, se tambaleó ligeramente mientras la aupaba.

- ¡A comer!- Seokjin puso junto a Jungkook la mesa y el clan se reunió en el pequeño espacio.

El ambiente era agradable y hogareño, la comida estaba buena, la compañía era querida y... el rapero cayó dormido en el hombro de su pareja, todavía sosteniendo a su hija a la que alimentaba unos segundos antes.

- Estuvo rico, gracias, nosotros nos vamos ya- Jimin no podía enmascarar su gesto de preocupación y desesperación.

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El omega se encontraba en el bus, sujetando a su pequeña en el canguro con un brazo, estaba siendo observando. Cuando la bebé comenzó a llorar, él descuidó sus bolsillos y le dio pequeñas palmaditas en la espalda, incómodo por los fuertes gritos dentro del pequeño vehículo. Yeonjun aprovechó la oportunidad y robó sus llaves.

Para cuando el llanto terminó la familia llegó a su parada y bajó, siendo seguida de más gente, de entre ellos el beta. Como era lógico asumir, en cada calle el grupo disminuía. Jimin habría notado al perseguidor si no estuviera ocupado leyendo a su alfa decir que dormiría en casa el lunes, es decir, en tres días. Lo que era mucho, pero no el máximo que había pasado fuera.

Suspiró.

Al abrir la puerta buscó su llavero y maldijo tan groseramente que un pirata se hubiera asustado de su vocabulario, llamó a su vecino y en pocas palabras consiguió entrar. Siendo seguido del beta.

Otra persona quizás se lo hubiera puesto difícil entablando conversación y preguntando la razón de su presencia ahí, no obstante, al omega la vida de los demás, por desgracia, le importaba una hectárea de verga.

El padre saludo a su amable vecino y agradeció haberle dejado una copia por seguridad, entró en su domicilio y Yeonjun fingió subir las escaleras.

Bien, ahora faltaba que volviera a salir y robar todo lo de valor.

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