➷ 𝚃𝚘𝚘 𝚢𝚘𝚞𝚗𝚐 𝚝𝚘 𝚗𝚘𝚝 𝚋𝚎 𝚊 𝚍𝚛𝚎𝚊𝚖𝚎𝚛 ➹ [Yoonmin]

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El fin de semana empezó como la mierda, él, en su inocencia, tomó la llamada creyendo que su amado omega le iba a desear los buenos días. No fue una grata sorpresa escuchar la voz de su padre.

- Yoongi- no hijo, Yoongi- Ha pasado más de una semana y no hemos recibido señales tuyas.

- Literalmente me habéis dejado en la calle, ¿qué señales de mierda quieres que te de?- el señor Min tenía una voz parecida a la suya, ronca, profunda, eran muy similares en ciertas cosas. El alfa en su momento lo había tenido en el pedestal del mejor padre del mundo y había deseado incluso ser como él en el futuro, ese deseo hace tiempo que se convirtió en apatía y rencor.

- Tu madre te dijo que podrías volver a casa una vez recuperaras la cabeza- una risa incrédula sonó por lo bajo, era triste que las personas que se supone que deben cuidarte sean las que más daño te causan, esos padres a los que debes respetar y en los que puedes confiar por que siempre te apoyarán. Una farsa.

- No me arrepiento ni me averguenzo de quien soy, no me ha lavado el cerebro esta ciudad liberal o mi omega hombre, es algo que está en mi y nadie va a cambiar eso- apretó sus puños intentando controlar sus sentimientos, existía esa rabia de que su héroe le viera como un niño influenciable sin identidad propia- No hay nada de malo en lo que estoy haciendo o en mi forma de amar, papá.

- ¡Estás destruyendo esta familia! ¡¿Crees que ha sido fácil criarte?! ¡Nos hemos partido la espalda tu madre y yo para que tu hermano y tú salieran adelante! ¡¿Y así nos lo pagas?! ¡Eres un malagradecido!- el alfa mayor estaba al filo de usar el tono de mando.

- ¡Me importa una mierda! ¡Si esta familia no me acepta como soy entonces me importa una mierda! ¡Si no me dejas ser yo mismo entonces no has criado a un hijo, has intentado crear una puta marioneta! ¡Me mandaste a Seúl creyendo que dejaría el rap! ¡Me obligaste a estudiar la rama más difícil en el instituto! ¡Pretendías que estudiara medicina cuando mi sueño era la música! ¡Yo nunca he podido decidir lo que quería! ¿¡No te das cuenta que hagas lo que hagas yo voy a seguir eligiendo mi propio camino!? ¡Yo vivo mi propia vida vive tú la tuya! ¡No soy de tu propiedad!

> ¡No es una puta coincidencia que dejara de tomar antidepresivos una vez me alejé de vosotros! ¡No es una coincidencia que los años alejado de vosotros fueran los mejores! ¡Estoy harto de que esta "familia" me haga sentir como la mierda! ¡Estoy harto de que me menospreciéis y me tiréis abajo en cada oportunidad! ¡Estás muy equivocado si crees que volveré a casa arrastrándome! ¡A partir de ahora, yo no soy vuestro hijo! ¡Olvidaros de mí igual que hicistéis antes! ¡No os costará mucho!- cortó la llamada tentado a lanzar el teléfono contra la pared.

Sentía tanta... ira. Cólera de que todo siempre fuera su culpa, de que él fuera la oveja negra de la familia, de que le trataran como la carga. ¿Él había roto la familia? No, su familia le había intentando romper a él una y otra vez para que se amoldara a lo que ellos querían. Pero se equivocaron al pensar que funcionaría, porque eso solo le impulsaba más a luchar por su sueño. Si ellos le daban la espalda, él haría lo mismo. No les necesitaba en su vida.

Su lobo se removió incómodo en su interior, las fuertes emociones despertando algo que llevaba reprimiendo, un calor comenzó a expandirse por su cuerpo desde su vientre, ¿le estaba llegando el celo ahora? El estrés lo había retrasado durante un tiempo, sin embargo, parecía que ya no iba a esperar más a hacerle vivir el infierno en la tierra.

- ¡Yoongi-hyung!- Jimin golpeó la puerta suavemente- ¿Sigues en la habitación? ¡He traído desayuno de Jin-hyung!- el alfa le abrió todavía confundido, quizás solo necesitaba calmarse un poco.

- Buenos días- besó sus esponjosos labios- ¿No deberías estar en el instituto?

- Es fin de semana- le recordó con su dulce voz, quería escucharle gimiendo bajo su cuerpo, quería quebrarla- y quería hablar contigo sobre una cosa- ladeó la cabeza tímido, tan tierno y sumiso, solo se mostraba así en su presencia- Oh, sé que debes irte a trabajar en nada así que traje comida para no robarte tu tiempo de desayunar- alzó una bolsa que olía exquisito.

- Eres un ángel- se sentaron en la cama y abrieron las tapas hambrientos- ¿Qué ibas a contarme?- sus deliciosos labios abrillantados por la salsa se movían de una forma demasiado seductora, su mente no tardó en imaginarlos alrededor de su polla. Tragó duro.

- Verás- sacó de su chaqueta el collar especial- Tu celo va a ser dentro de poco y me gustaría saber si... quieres que lo pasemos juntos- hizo circulitos en la sábana evitando su mirada- Llevamos un año juntos y no sé, no es mi intención presionarte o algo, ¿prefieres esperar? No me voy a sentir rechazado si te sientes de esa forma. Todavía no he hablado con mi padre, sin embargo, no necesito su permiso para ejercer mi vida sexual, ¿sabes? 

> A los alfas nunca se les cuestiona por eso e incluso se les felicita- frunció el ceño- Igualmente supongo que debería decírselo, ¿no?- finalmente le miró, sorprendiéndose por sus penetrantes ojos rojos- Oh- las feromonas cítricas explotaron a su alrededor mareándole, su lobo despertando del letargo opacando su racionalidad humana.

- ¡Joder eres tan caliente!- se abalanzó sobre él sin importarle los recipientes, invadiendo su húmeda boca y hundiendo sus manos bajo la ropa hasta sentir la caliente piel, su erección dura frotándose en el muslo del omega.

- Dios- un aroma a fuerte miel apareciendo y derritiendo sus neuronas- Ah, hazme tuyo alfa.

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