Capitulo 4 (1E)

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Es Ilegal

BEETZI

10 minutos antes de conocer a Adam.

Corrí por los pasillos de la universidad buscando a Barbouri, pero el idiota no estaba por ningún lado. Incluso pensé en usar el GPS para buscarlo, pero a mis hermanos les molestaba cuando usaba mis métodos de busca en ellos. Al parecer, no les gustaba que yo fuera acosadora.

Por lo tanto, tuve que hackear la cuenta de su Universidad para poder ver su horario (aunque tal vez siga siendo una acosadora), y fue súper fácil, pues él adora Grecia y esa era su contraseña. Tan fácil. Y por eso estaba corriendo a su clase, que empieza en unos cinco minutos, pero como está en el otro lado de la universidad, tengo que correr para llegar antes de que llegue la profesora.

Sin embargo, apenas entro a su salón y trato de localizar a mi hermano, no lo encuentro por ningún lado.

Este idiota, ¿Dónde está? ¿No que era el más responsable?

-Así que son puros niños de papi y mami - escucho que dice un chico en frente de mí, y oh, que voz. ¿Saben esas voces de demonios sexys? Si lo saben, pues Dios la reprenda y vayan a visitar a un curso, porque eso no es normal.

La voz de este chico suena tan caliente y tan grave, que  revuelve todo dentro de mí. Fui a hablarle, pero su amigo se me adelantó.

-Sip y son niños de papi y mami muy problemáticos. Según cuentan, han estado en la cárcel varias veces. Los Guerrero dan de que hablar.- ja, estaban hablando de nosotros. Me sentía famosa. Nos conocían en todos lados y eso era un halago... Pero, ¿Niños de papi y mami? Tampoco se pasen, nosotros no somos unos consentidos que nos dan todos... Bueno, a veces sí, tampoco para tanto.

-Sí, somos una familia bastante interesante.- les dije y el chico se volteó. No sé por qué, pero lo que vi en él hizo que mi corazón se agitará un poco. La forma en la que me miró, como me detalló de arriba a abajo, como si quisiera grabarme en su memoria.

Había algo en su mirada. Mirada que reconocí, pues una vez fui voluntaria en una clínica psiquiátrica y estuve en contacto con muchas pacientes. Y él, tenía una de esas miradas.

No era feliz, se le notaba... Aunque se veía a gusto con ello ¿Se ha ascotumbrado, tal vez?

En todos mis 18 años, nunca me ha gustado ver a una persona triste, por eso iba de voluntariado a las clínicas y hospitales, a tratar de sacarle una sonrisa a las personas y con ver a este chico... Mis hermanos decían que era por un sentimiento de culpabilidad, pero no me importaba.

Veía a ese chica y podía notar qué no era de los que se reía mucho y eso quería cambiarlo, porque estaba segura que una sonrisa de él podría iluminar una habitación entera, porque el chico tenía con qué.

Era muy atractivo. Sus ojos, de un color  casi negro me reflejaban, acompañados de unas muy atractivas pestañas y esas cejas que pueden ser la envidia de cualquier chica. Yo las envidiaba. Su cabello era casi rubio oscuro, liso pero con ondas en las puntas. Era blanco, pero no tanto y con pecas en su nariz. Era como 20 centímetros más alto que yo o tal vez un poquito más. Sin embargo, lo que más me llamó la atención, fueron sus labios. Perfección pura. Era de un rojo ligero y eran llenitos, como si lo hubieran besado hace poco.

Que suerte tiene la chica lo dejo así.

Yo quisiera dejarlo así también.

Viéndolo así, no pude evitar molestarlo. Es que se veía tan lindo cuando se molestaba. Era como ver a un conejito haciendo muecas de molestia. Se notaba que quería gritarme, pero se resistió mejor de lo que esperaba y eso solo me gustó más.

Divina Obsesión (+18) CompletaWhere stories live. Discover now