Divina Obsesión (+18) Completa

Capitulo 18

¿Una puta ninja?

BEETZI

Preparo la sopa y la pruebo, sintiéndome orgullosa por mi sazón, porque está sopa me quedó para chuparse los dedos. Además de que quedó potente, por lo que es capaz de levantar hasta un muerto.

Tomo una taza grande y le coloco de todo. Estoy segura que él nunca ha probado una sopa de este calibre, llena de sabor y con una pinta, que Uff... Creo que sí monto un restaurante, me iría de maravilla, y más si me asocio con Bribronii, porque él cocina unos platos que dejan a cualquiera babeando.

Preparo una pequeña taza para mí y la llevo hacia Adam, dónde lo encuentro mirándome. Apenas se da cuenta, se gira y se concentra en la película.

Sonrío ligeramente, sintiéndome genial por encontrarlo mirándome y le coloco la sopa en frente de él.
En la mira y frunce el ceño.

- ¿Está envenenada? - pregunta y yo ruedo los ojos, asintiendo.

- Si, ¿Cómo te enteraste? Pensé que no me habías visto colocando el veneno en la sopa.- le digo y tomo la cuchara, para sumergirla en la sopa y darle una probada. Lo rectifico, está divina - Ahora moriremos los dos, al estilo de Romeo y Julieta.- le sonrío y el niega con la cabeza, para después hacer algo que no había hecho.

Toma la iniciativa y me besa. No quiero sonar estúpida, pero este beso no es como ningún otro que le he dado. Él me saborea, porque no hay otra palabra mejor para este beso, ya que me toma del rostro y me acerca tanto a él que tengo que tener cuidado para no lastimarlo, porque prácticamente termino encima de él.
Sus dientes muerden mi labio inferior con fuerza y gimo, dándole cabida para que haga con su lengua lo que le dé la gana y sí que sabe usarla, porque el calor que me produce es preocupante, porque estoy que explotó y solo me está besando.

Coloco mis manos en su cuello y profundizo el beso, acercándome hasta tal punto de quedar prácticamente encima de él, pero sin lastimarlo, porque de verdad está lastimado y cuando sin querer presiono mi pecho contra el suyo, y el suelta un gemido de dolor, me alejo y le doy varios besos en el cuello mientras el sube sus manos y las posa en mis senos, dándoles un apretón que me hace querer llevarlo a la cama y follarmelo, pero solo me alejo y le doy un leve beso en los labios.

- Tómate la sopa, te dará fuerzas.- le digo y me siento junto a él, colocando mi cabeza contra el espaldar del sofá y viendo la película, admirando al hermoso Chris Evans. El condenado se ve bello como lo pongan, y su cabello un poco largo en esta película, lo confirma.

-Esta buena.- dice Adam y me giro a verlo, notando que le queda poco menos de la mitad.- ¿No te vas a comer la tuya? - pregunta y sonrío, porque se nota que le gustó.

-No.- miento. La verdad es que estaba esperando que se enfriara un poco, ya que nunca me ha gustado comer una comida en exceso caliente, porque siempre me da como dolor de estómago.- No tengo hambre, si quieres te la comes.- le digo y el asiente, terminándose de comer la suya y empezando con la que era mía.

Lo veo comer y noto como el sudor baja por su rostro, algo que siempre causa la sopa caliente, por lo que agarro una de las servilletas que coloqué junto al plato de sopa y se la paso por la frente. Él se me queda viendo mientras sorbe y yo solo me encojo de hombros.

-Te estás comportando como una novia.- gruñe sin dejar de comer, y yo niego con la cabeza.

-Me estoy comportando como una amiga.- le digo y dejo la servilleta en la mesa.- Si supieras las veces que no he dormido cuidando a mis hermanos.- admito, porque es la verdad.

Desde que tengo memoria he sido así. Con mis hermanos hacia exactamente lo mismo, los cuidaba y los mimaba cuando se enfermaban, porque cuando iban persona se encuentra mal, siempre necesitaba a alguien que lo haga sentir mejor.