Capitulo 56

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Adam

No cometeré el mismo error dos veces

Me acerco cuando el doctor sale con Broadleyi detrás de él. La madre de Beetzi se desespera y se suelta del militar para correr hacia el doctor, con su esposo detrás de ella que mira a su hijo mayor.

-Buenos días.- saluda el hombre de bata blanca.
-Buenos días, doctor. ¿Cómo está mi hija? - suena desesperada y me acerco para escuchar mejor.

-Su hija se encuentra bien. Su herida más grande es el golpe que se llevó en la cabeza durante el accidente, así que la tendremos en observación durante algunas horas por si presenta una contusión. La herida de su pierna solo necesito vendas y el resto de su cuerpo está en reposo con ungüento sobre los cortes más pequeños para que sanen rápido. - todos suspiran aliviados.- En las próximas horas ella se la mantendrá entre la consciencia e inconsciencia debido al trabajo que se somete su cuerpo para sanar.

Mira a todos antes de ver de nuevo a la madre de Beetzi.

- Antes de dormirse su hija susurró el nombre de una persona, no sé si está aquí.- Broadleyi me ve.- Adam.- todo se giran hacia mí, y aunque debería sentirme presionado por la cantidad de miradas que me dedican, me siento como el jodido rey del universo.

-Soy yo.- el doctor se gira hacía mi sonreír.

-Si quieres puedes entrar a verla.- asiento y comienzo a caminar, pero el padre de Beetzi me detiene.

-Somos sus padres, entraremos primero.- el doctor arquea una ceja y Broadleyi es quien da un paso al frente.

-Esta en una suite, así que pueden entrar los tres. Yo iré a ver a Barbouri.- todos asentimos y junto a nosotros pasan corriendo Baroni y Branchi. Suspiro.

Todavía no entiendo por qué está familia es tan insoportable.

-Por lo visto están ansiosos por ver a la señorita.- asiento y comienzo a caminar, aumentando la velocidad cuando la madre loca y el padre de pocas palabras prácticamente corren hacia la habitación que indicó el doctor.

Suspiro y al entrar, aguanto la respiración cuando veo a Beetzi con una venda en la cabeza, en la pierna y múltiples heridas en todo su cuerpo donde los cristales hicieron impacto. La veo y la sed de sangre me hace respirar profundo.

Lo voy a matar. Lo haré. Juro que lo haré.

Las horas pasan y los padres se van a ver a su otro hijo mientras que mi novia sigue dormida, así que por primera vez desde que estoy aquí, me acerco a ella, sentándome en la silla y acariciando su mano con un mi dedo mientras detallo su rostro.

Se ve tan tranquila, tan angelical ahí dormida. No me gusta verla así.
Quiero abra sus ojos y empiece a parlotear sobre cualquier estupidez que se le pase por la cabeza. Quiero verla jugar en su computadora hasta recuerda que el mundo existe. Quiero tenerla acostada a mi lado, a salvo. No aquí.

-Una foto dura más.- susurra y sonrío cuando sus ojos se abren y me voltea a ver.

- Hola.- la saludo como un idiota y ella sonríe.

-Hola.- aprieta sus dedos en mi mano.

-Voy a ir a buscar al doctor.- voy levantarme, pero ella me agarra con más fuerza.

-Estoy bien. No fue nada del otro mundo.- se acomoda un poco en la cama.- Además, tengo que hablar contigo.- asiento y me acerco.- Pero no sé si sea prudente hablarlo aquí.

-Estamos solos.- aclaro y ella niega.

-Realmente no sé si estemos solos.- suspira y pasa su mano derecha por su rostro, sin dejar que su otro mano suelte el agarre que tiene sobre las mías.

Divina Obsesión (+18) CompletaTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon