Divina Obsesión (+18) Completa

Capitulo 28

¿Te puedo contar un secreto?

ADAM

Luz...

Esta vez sí hay luz, mucha de ella y porque la persona que se encuentra frente a mí es nada más y nada menos que la hermosa loca que no me ha perdido el paso desde que llegó a esté lugar.

Sus ojos verdes me miran fijamente y sus labios dibujan una sonrisa que me hace sonreír.

- ¿Estás bien? - le pregunto con la vista fijamente en el material médico que cubre una extensión de su cabeza. Se ve realmente graciosa, pero lo que me preocupa es el punto rojo que se manifiesta en su ojo. Es pequeño, pero para mí es bastante notable, ya que interrumpe el color verde intenso.

- ¿Estoy loca por pensar que el golpe te transformó en otro persona? - me da unos golpecitos en el pecho y lo único que hago es rodar los ojos ante su pregunta.- Es que el tú, tú.- mueve su mano de forma extraña.- No me preguntaría eso.

- Quiero saber si estás bien para asesinarte yo mismo.- aclaro en broma y ella sonríe feliz, riéndose por lo bajo, produciendo una melodía que hace dar cuenta que estoy realmente medicado. Es eso o que su voz me calma, pero me voy por la primera opción ya que me niego a pensar que ella me afecta de esa manera.

- Definitivamente estoy loca.- se encoge de hombros y me da un beso rápido en los labios.- Me encanta tu lado malo, que no es tan malo... Porque solo hablas de la boca para afuera.- mira un momento la habitación y se me produce un ligero dolor en la cabeza que ignoro por completo.

- ¿Cómo es hablar de la boca para adentro? -pregunto y me fijo en unos puntos azules en las paredes blanca de la habitación. ¿Estoy en un hospital? Porque no parece.

- Agiggr gtero grrr.- hace unos sonidos raros y mueve la boca de forma extraño, haciéndome soltar una carcajada que aumenta el dolor de cabeza, dando fuertes punzadas que convierten mi dolor de cabeza en una pesadilla, haciéndome gruñir, lo que por alguna razón envía unas fuertes corrientes eléctricas que paralizan mi cuerpo y crean una sensación que nunca había sentido, porque realmente dolía.

- Ay, lo siento... Voy a buscar al médico.- se levanta de la silla y camina hacia la puerta, pero se detiene, girándose para verme.- No recibas nada hasta que yo vuelva.- y se va.

¿Que no reciba nada hasta que ella vuelva? Está mujer está loca, pero en cierto sentido no lo está, porque tiene cosas, como por ejemplo lo de hacker, que una persona que necesita ayuda médica no debería hacer, más ella siempre cumple con todo tipo de expectativa, tanto las buenas como las malas.

Otra punzada recorre mi cuerpo y tengo que cerrar los ojos cuando llega a mí cabeza, nublándome la vista por unos cuantos segundos. Joder, de verdad duele, y ni siquiera me golpee, a menos que haya Sido la adrenalina del momento que evitó que muriera del dolor cuando salimos de aquel lugar.

Mierda. Aquel lugar. El lugar que fue atacado, lugar al que fui llevado en contra de mi voluntad cuando de cierta forma protegí a Beetzi, porque de verdad la salve en contra de mi voluntad.

En un momento estaba siendo arrastrado al auto de una chica para tener sexo (porque me niego a pensar que Beetzi me gusta, aunque ya sé que si lo hace) y de repente vi a Beetzi siendo manipulada de una forma extraña para caminar como zombie hacia aquella camioneta, lo que provocó que una parte de mi cuerpo quisiera protegerla y fue eso lo que me impulsó a correr y cometer el error más grande de mi vida.

En resumen, que yo tenga este terrible dolor en mi cuerpo es completamente culpa de Beetzi, más lo peor de todo es que lo haría de nuevo mil veces más

Miró a mí alrededor y detallo por completo la habitación, demostrando que no me encuentro en un hospital, si no en un lugar un poco más lujoso por la lámpara de cristal colgada en el techo y unas puertas dobles de manera que supongo van hacia el baño, al igual que el enorme sofá de color marrón que tiene pinta de costar más que todos los muebles de mi casa, eso sin contar el pantalla plana que cubre una gran parte de la pared de enfrente y que está reproduciendo la noticia del mayor escape de criminales de una cárcel de máxima seguridad que ha habido en la historia.