Capitulo 20

307 17 1
                                    

No soy cobarde

BEETZI

Adam mira la caja un segundo antes de mirarme a mí, pasando sus ojos por todo mi cuerpo, provocando una clara reacción de excitación que se extiende y me vuelve un poco más loca de lo que ya estoy, más no digo nada.

Me acerco a él y la mujer de la película grita de nuevo y yo salto, llevándome un susto de muerte que deja mi corazón latiendo con fuerza. Veo a Adam reír, pero ninguno de los dos dice nada. Yo solo camino hacia él y me siento a su lado, cerrando los ojos cuando un hombre feo aparece en la televisión.

-¿Sabes que ellos no te harán nada, verdad? - la pregunta de Adam me hace voltear a verlo y arquear mis cejas.

- ¿Cómo lo sabes? La niña del pozo salía por la televisión, ¿Quién quita que ese demonio también lo haga? - pregunto en broma, y él se ríe. Me siento tonta por el simple hecho de sentirme feliz al hacerlo reír.

-Esa también es una película, loca.- aclara y yo suelto una pequeña risa, apoyando mi cabeza en su hombro y esperando que me corra, pero no dice nada y en mi estómago comienzan a saltar elefantes.

-Si... Y todavía tengo pesadillas por la estúpida niña.- le digo y lo siento reír debajo de mí mientras veo como matan a la protagonista. Las manos comienzan a salir de su boca y yo cierro mis ojos. De verdad se ve horrible. No sé por qué me antoje de ver esa estúpida película, si ya sabía que era una cobarde que se asusta con la más mínima cosa paranormal que vea.

- ¿Quién resultó ser más cobarde? - me pregunta Adam y yo suelto una risa, cubriéndome la cara por mi estupidez. Él me veía como ninja, ahora me ve como una cobarde.

-No soy cobarde.- respondo y lo miro ligeramente al alzar mi rostro. Él baja su mirada y me mira, nuestros labios quedando a centímetros. Si tan solo me alzará un poco o el bajará un poco, podríamos besarnos, pero ninguno de los dos se mueve, solo nos miramos y yo me pierdo en esos ojos oscuros.

-Eres cobarde, loca y mentirosa.- me dice y baja sus ojos a mis labios, provocando que mi corazón vaya a mil por hora y tenga que posar mi mano en su abdomen para no lanzarme hacia él.

- Creo que te faltan algunas cosas para describirme mejor.- susurro y bajo mi mano lentamente. Lo veo sonreír un poco y de inclina hacia abajo, buscando mis labios, más no me muevo.

- ¿Cómo cuáles? - pregunta.

- Soy cobarde, loca, mentirosa, hermosa, inteligente,  hacker, políglota, experta en artes marciales.- lo pienso un segundo y sonrío.- Y buena follando.- digo con orgullo cada cosa y el niega con la cabeza, bajando un poco más su cabeza, pero solo apoya su frente contra la mía.

- ¿Por qué eres tan buena en artes marciales? - susurra, acercándose un poco más hasta que me canso y me alzo para darle un beso en los labios. Él sonríe contra los míos antes de besarme como él lo hace, con una profundidad que crea debilidad en mis extremidades.

Él agarra mis caderas y yo me subo a su regazo, esperando un quejido de dolor por su parte, pero lo único que consigo es un gemido cuando nuestras partes se conectan, con solo mi ligera ropa interior y su short como barrera.

Profundizo el beso y enredo mis manos en su cabello, sintiendo la suavidad mientras comienzo a moverme sobre él. Adam deja de besar mis labios, devolviéndome un poco la respiración, más no para de besarme, pues sus labios encuentran mi punto débil detrás de mí oreja y comienza a morder, besar y chupar.

Yo me entretengo tanto haciendo lo mismo que él, que no me doy cuenta de lo que hacen sus manos hasta que empiezan a tocarme por encima de mi ropa interior, haciéndome gemir alto cuando cuando sus nudillos chocan contra mis labios y se mueven.

Divina Obsesión (+18) CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora