Divina Obsesión (+18) Completa

Capitulo 46

Beetzi

Me gustaría conocerla

Me duele la cabeza.

Me siento estresada.

Me siento molesta.

Me siento imponente.

Me siento celosa, estresada, molesta e imponente.

En mi cabeza tengo Miles de cosas girando. Cosas sin sentido y otros con demasiado. No entiendo en que punto todo se fue a la mierda, o si Adam tuvo algo que ver con ello. No he querido escuchar a mis hermanos, y mucho menos a Broadleyi porque siento que me van a mentir más de lo que ya han hecho... U omitir, según las palabras absurdas de mi hermano mayor.

-Tuve que omitir información por tu propio bien.- de solo recordar sus palabras mientras salía de aquel cuarto pequeño completamente confundida, me hace estresarme todavía más, tanto que tengo que cerrar los ojos y frotar mi frente para tratar de alejar el dolor de cabeza.

No me gusta que me mientan... Pero yo soy una de las primeras que lo hace.

No me gusta que me manipulen... Pero, ¿Cuántas veces no lo hecho yo?

Lágrimas de frustración me llenan los ojos y tengo que morderme el labio con fuerza para no dejarlas caer. Llevar mi atención al dolor, el cual me oprime el pecho mientras me encuentro sentada en mi cama, con los codos sobre mis rodilas y mi rostro entre mis manos. Llevo una hora entera en esto. A veces me levanto y doy vueltas para calmar el ruido en mi cabeza que tenía tres años que no escuchaba.

Solo en una ocasión lo hice, y por eso tengo tanto miedo ahora. Es como si mi consciencia decidiera hacerse cargo del asunto dentro de mi cabeza y comenzara a darme consejos para solucionar los problemas de una manera... Drástica y peligrosa. La voz que me dice que haga las cosas por lo legal muere por completo y solo puedo escuchar la voz de Benjamín hablándome, diciendo que haga las cosas a sus manera, que así es más divertido y da mejores resultados.

Grito y caigo de rodillas al suelo, tratando de calmar su voz en mi cabeza.

No quiero ser como él... No quiero volver en el tiempo y ponerme de nuevo a sus órdenes. No quiero que me manipule cuando ni siquiera está cerca.

Yo no te estoy manipulando. Es tu nuevo novio quien lo hace.

Niego y respiro profundo, tratando de calmarme.

Adam no me ha ocultado nada. De seguro ni siquiera lo sabe. Estoy segura que no lo sabe. El no tiene necesidades, por Dios. Si ni siquiera me soportaba.

Una buena estrategia, ¿No crees?

Golpeo mi cabeza un par de veces antes de ver al techo, sintiendome tan estúpida por caer de nuevo en un par de mentiras. ¿Cómo es posible que haya Sido tan ciega? ¿Cómo es posible que me haya enamorado de nuevo de quién no debía?

Dios, de todas las cosas que pude haber hecho, me enamoré del hijo de quien inició la destrucción de mi vida.

Oh, por Dios. Cierro los ojos y aguanto el sollozo que quiere salir. El padre de Adam nunca ha estado preso. Nunca. Y si tan solo hubiera notado el parecido. Ni siquiera se me pasó por la mente cuando conocí a Adam, pero ahora que lo pienso, ¡Son iguales! Son demasiado parecidos y yo lo ignoré. Estaba tan concentrada en molestar al chico que ahora duerme a mi lado cada noche, que no me detuve a pensar en otra cosa.

¿Que pasa si lo que sucedió hace tres años se repite?

Estaría encantado de traerte al lado oscuro de nuevo.

Me levanto tratando de no gritar y respiro profundo, sacudiendo mis manos para relajarme.

Varios golpes en la puerta suenan, por tercera vez en lo que va de hora, pero como las tres anteriores, los ignoro y continúo con mi lucha interna.