Capitulo 30

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Vivo para ser su Rey y poner el mundo a sus pies.

Hace tres años...

FERRANGI

Me desperté con un fuerte grito seguido de una risa escandalizada que me hace sonreír inmediatamente. Solo una persona era capaz de hacerme sonreír así y por ese motivo me levanté y caminé directo al baño de mi habitación.

Apenas entre me encontré con la chica que provocaba que mi corazón se agitara y comenzara a correr con fuerza, como si se fuera a salir para irse a la mano de mi hermosa reina, la única dueña de todo mi ser desde que sus ojos verdes se fijaron en mí el día que entre en la cafetería.

***

El día había estado completamente estresante. Mi padre me había dedicado todas las horas que tenía en sus manos, lo que hizo que estuviera de pie una gran cantidad de tiempo, escuchándolo hablar sobre los trámites que se debían hacer con países de Latinoamérica para el tráfico de drogas a países de Europa, los mayores compradores de papá. Sin embargo, al estar en los negocios de las armas, también me estaba enseñando a manejar lo que mejor había en el mercado y los mejores en la creación de armas eran en definitiva los Hindú.

Mi padre siempre me había enseñado que era preferible probar de todo para saber lo que era una apuesta segura a la hora de vender , y la India era la mejor fabricante de armas por la inteligencia oculta que albergaba, al igual que Rusia, China, Corea del Norte y Estados Unidos, pero siempre prefería la India por la eficacia de las armas que había tenido en mi poder desde que mi padre me ingresó al negocio familiar, capaces de pasar desapercibidas por aeropuertos y puertos.

El sueño para la mafia.

A mis 18 años era un simple estudiante del primer año de universidad, pero también de la mafia Siciliana que gobernaba Italia, aunque la verdad es que eso no era lo que quería para mi vida. Yo era una persona pasiva gracias a mi madre, una mujer normal cuyo amor por la física sobrepasaba el amor por la sangre llena de muerte que corría por su cuerpo, ya que mi abuelo era un hombre cruel que no dudaba en quitarle la cabeza a alguien solo por mirarlo mal. Él era el mejor asesino de Italia, pero mi madre era amor y paz, lo que yo saqué de ella.

Mi interés por asesinar personas era mínimo, pero eso no quitaba que mi temperamento fuera de los fuertes, que cuando me enojaba no podía evitar lastimar a alguien, lo cual trataba de controlar con sesiones de yoga matutina con mi madre. Mi padre me odiaba todas las mañanas por eso, más no podía evitarlo ya que no quería hacerle daño a nadie solo por el hecho de llevar la sangre de un linaje de asesinos.

Esa era la diferencia entre mi hermano mayor y yo. Él le daba rienda suelta a su maldad, y yo trataba de mantenerla bajo control. Me gustaba estudiar todo, analizar y luego actuar. Podía acabar con la vida de alguien, pero si había otra salida, pues la tomaba y ya está.

Lamentablemente, después de escuchar todo el discurso de mi padre sobre los negocios que se veían cercano, tuve que mostrar mi hombría frente a todos los hombres que estaban bajo el mando de mi padre, que no te jugaban lealtad hasta que demostrabas que eras capaz de respetar las creencias y la fuerza de ellos, porque a diferencia de muchos clanes, ellos no veían si eras proveniente de una familia de poder, sino la fuerza que demostrabas.

Y yo demostré mi fuerza, acabando con la vida de uno de ellos cuando se atrevió a decirme la nenita del yoga. Mi padre no hizo, ni dijo nada ante eso, incluso cuando ese imbécil interrumpió su discurso.

Lamentablemente para él, había sacado un 7 en idiomas por decir mal una palabra en francés y cargaba la ira encima, por lo que no dude en quitarle el arma a mi hermano mayor y disparar.

Divina Obsesión (+18) CompletaWhere stories live. Discover now