Capitulo 47

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Adam

Hola, hermano.

Cuando termino de hablar, Beetzi no me dice nada, solo se queda pensativa viendo el techo. Mis manos no se quedan quietas, así que acaricio suavemente su cuerpo desnudo. Paso mi dedo de arriba abajo y cuando ya pasa mucho tiempo en silencio, le pellizco la cadera. Ella salta haciéndome sonreír.

-Quiero bañarme.- susurra y se levanta suavemente, mostrándome sus senos llenos y bien formados.

-Si, hueles mal.- Beetzi me asesina con la mirada y no puedo evitar reír. Ella siempre huele bien, como a coco con chocolate. Una extraña mezcla pero dulce, que siempre me provoca querer tenerla cerca.

-Vamos.- me toma de la mano y no tiene que insistir mucho.

No sé cómo es posible que me haya acostumbrado a estas nuevas rutinas. Desde que estoy... Viviendo con ella, es como si todo lo que hacemos ahora juntos, fuera normal, cuando llevamos poco más de un mes juntos, si no es menos. El inicio de nuestra relación es algo borroso, para ser sincero.

Beetzi entra en la ducha y yo observo su cuerpo desnudo, sintiendo como mi cuerpo reacciona al suyo. Todo en ella es perfecto. Sus curvas hacen que quiera recorrerla por completo con mi lengua, para grabar su sabor en mí.

- ¿Te gusta lo que ves? - la pregunta de Beetzi me hace sonreír un poco mientras asiento. Ella se gira y apoya sus manos en la pared mientras activa el agua por medio de una orden. El agua comienza a caer por su cuerpo y todo en mi se tensa.

Un gemido involuntario sale de mí y entro en la ducha para que mi mano comience a explorar lo que le pertenece.

Si Beetzi escuchara mis pensamientos, sé que no le gustaría, pero me da igual. Ella se metió sola en esto y ahora es mía. Sus gemidos, su boca, su senos, su trasero, su delicioso coño, su manos delgadas pero fuertes, sus piernas tonificadas, todo en ella es mío para disfrutar, así como... Así como yo también soy suyo.

Beso su espalda, la cual se arquea ante mi contacto. Mi dedo se mueve sobre el calor de sus labios sureños y antes de pensarlo me arrodillo, llevando mi lengua hacia mi postre favorito. El agua todavía cae sobre nosotros, pero lo ignoro y no me detengo. Mi lengua se mueve con ansias, chupo su clítoris, escuchando como ella gime mi nombre con fuerza cuando mis dedos la penetran. Sus jugos abundan y con mis dedos los muevo hacia un nuevo lugar.

Ella se mueve sobre mi cuando siente un huésped nuevo entrar.

-Adam... - suelta un jadeo y yo sigo chupando su clítoris, mientras que mis dedos llenos de sus juegos entran cada vez más. Cuando ya tengo dos adentro, sus caderas se contraen contra mi boca. Muevo mis dedos con rapidez, preparándola.

-¿Lo quieres? - pregunto antes de introducir otro dedo. Ella se mueve contra mis labios y yo no paro de chupar.

-Nunca he... Nunca lo he hecho.- sonrío ante su respuesta, levantándome para volverla y que me vea a los ojos.

-No fue lo que pregunté.- la beso con ansias y ella gime en mi boca. Mis manos bajan por sus caderas hasta posarse en sus piernas, antes de que la tomé con fuerza y la levante hasta dejarla rodeando mi cintura. Me encanta ser capaz de acariciar su piel y marcarla con mi agarre.

-¿Cuál fue la pregunta? - me pregunta cuando me separo para respirar y comienzo a besar su cuello, mordiendo y chupando. No tengo que acariciarla para saber que su exitación ya corre  por sus muslos. Ella ya está lista para recibirme y aunque la quiero torturar como ella hizo conmigo, no soy tan fuerte.

-¿Lo quieres? - la veo sonreír, pero esa sonrisa muere cuando su boca se abre de exitación y sorpresa, ya que su canal se abrió por completo para recibir mi embestida. Jadeo y salgo lentamente de su coño apretado, para después entrar mas lento.

Divina Obsesión (+18) CompletaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt