Capitulo 19

302 14 1
                                    

Me gusta asustarme

BEETZI

- ¿Todavía estás aquí? - la voz de Adam me sorprende, por lo que salto y abro mis ojos, encontrándome con los suyos. Ojos llenos de molestia que solo me confirman que hace rato estaba algo medicado.

- Si, ¿Por qué? ¿Piensas que soy un fantasma? - pregunto en broma y lo veo rodar los ojos, lo que me hace reír, más cuando trata de levantarse y hace una mueca, llevándose la mano a su abdomen.

- Vete.- me dice y se levanta. Yo lo miro un segundo, pensando en lo estúpido que se puede poner este hombre cuando está de mal humor, así que imagínense la cantidad de tiempo en la que es un estúpido.

24h7d a la semana.

Veo cómo se va al baño y yo me quedo viendo la televisión, pensando en la película de terror que ni siquiera pude ver... Y en mis hermanos, que de seguro deben preguntarse dónde estoy y en la forma en la que me harán pagar, porque estoy segura que la preocupación que últimamente les creo no es gratis, sin contar que se supone que estoy castigada.

Me levanto y agarró mi teléfono, frunciendo el ceño cuando veo que son las seis de la tarde. Ni siquiera ha oscurecido por completo, pero eso no les importa a mis hermanos, porque tengo como mil llamadas de cada uno de ellos, y la verdad es que no tengo ganas de poner una excusa para escaparme de esto, por lo que simplemente entro en nuestro grupo y envío una nota de voz.

-Estoy bien, no se preocupen por mi.- guardo un silencio un segundo y veo hacia la habitación de Adam.- No creo que llegue hoy a la casa, porque un amigo fue herido y saben cómo soy, por lo que no me pueden regañar por tratar de ayudarlo. Y prometo que no haré nada malo, solo no quiero que esté solo.- y la envío, orando para que no me encierren cuando vuelva con ellos.

Miro el cielo a través de la ventana y colocó el teléfono en la primera mesa que veo, antes de caminar hacia la habitación de Adam, pensando en lo mucho que me encantará fastidiarlo un poco, y más cuando escucho como el agua cae sobre su cuerpo.

Quiero reír ante mi atrevimiento, pero me quedo callada y comienzo a quitarme la ropa, quedando completamente desnuda antes de caminar hacia la puerta del baño.

Abro la puerta lentamente y la imagen que me encuentro solo me reitera que mi extroversión me salió divina.

El cuerpo de Adam era... Perfecto. Incluso con el montón de hematomas que se le veían, y que me iba a encargar de besar, se seguía viendo cómo el chico más guapo de la universidad, porque así era amigos, todavía no había visto un chico como Adam. Alto, pero no delgado, rubio pero no platino, ojos oscuros y una mirada que hacía que cualquier chica deseara meterse en problemas.

Pasé al baño y cerré la puerta detrás de mí. Él ni siquiera escuchó, pues estaba extremadamente concentrado en lavarse su cabello. Caminé hacia él y me mire un segundo en el espejo antes de agarrar las puertas de la ducha y abrirla.

- ¿Qué coño haces? - pregunta apenas se gira por el sonido y me ven entrando, completamente desnuda.

Él baja la mirada y se queda un segundo en mis senos antes de subir de nuevo a mis ojos, haciendo que me guste más, pues él no es como esos chicos que solo ven el cuerpo de una mujer. Él es capaz de verte a los ojos, y aunque se prende, no para de verte a los ojos.

Tomo todo mi autocontrol para no ver una parte especial de su anatomía, pero me acerco e ignoro su pregunta, pasando mis manos por los lugares que no tienen heridas.

-Te pregunté algo, loca.- me dice y veo que la voz le falla cuando pasó un dedo por su tetilla.

- Quiero bañarte.- susurró y beso un golpe que tiene en el pecho antes de alzar la mirada y verlo a los ojos.- Soy una buena enfermera.- él baja la mirada y siento como su mano toca ligeramente mi trasero, haciéndome estremecer por el contacto.

Divina Obsesión (+18) CompletaWhere stories live. Discover now