Extra

100 7 1
                                    

Extra: hace dos años y seis meses.

Beetzi

Observo la pantalla que me muestra lo que quiero.

Suspiro y atraigo hacia mi un pequeño vaso de leche que tomo lentamente mientras no dejo de mirar a dos personas hablar tranquilamente mientras por dentro, yo me estoy muriendo.

¿Cómo se supera un secuestro?

¿Cómo olvidas la voz de tu vergudo que te pregunta algo antes de que te comience a romper en pedazos usando diferentes técnicas?

¿Cómo se olvida?

¿Cómo alejo las pesadillas que me despiertan gritando, porque las lágrimas ya no salen más?

Ya no puedo seguir llamando a Baroni, o a Branchi, ni siquiera a Bribronii. Ellos me han dado su total apoyo después de que despartara en el hospital. No se han alejado ni un momento de mí y dejaron que llorara en sus brazos hasta que la última lágrima salió, y después de ahí, vinieron las pesadillas.

Ellos se quedan conmigo, pero no se alejan.

Quiero creerme fuerte, que ese secuestro no me marcó, pero sería una mentira.
A veces juego con mis manos cuando se supone que estoy viendo películas con mis hermanos y escucho su voz, siento su tacto pasar por mi cuello, tocar mis labios. Lo siento sentado junto a mí y me rompo. Nadie lo nota, pero me rompo por dentro y solo quiero salir a gritar.

Ya no quiero seguir así.

Quiero poder acostarme y no recordarlo. Quiero que mis padres dejen de verme con lástima, o que no pueda salir porque ellos siguen ahí afuera... No quiero pensar en Ferrangi, en que ya no está. No quiero.

Paso mi mano por mi cuello y doy otro sorbo a mi leche mientras los observo caminar hacia respectivos autos.

Ellos no deberían estar ahí, felices, como si nada hubiera pasado.

Ambos son dos cobardes que escaparon cuando mi familia llegó a ese claro para rescatarme, huyeron con el rabo entre las patas mientras mis hermanos le disparaban a Ferrangi para protegerme. Lo abandonaron, así como yo también lo hice en su momento.

Susurro la orden que inmediatamente ejecutan y veo un montón de hombres de negro comenzar a salir de sus escondites, apuntando hacia Benjamín que mira confundido a todos lados, alzando los brazos al igual que su padre.

-¿Quiénes son ustedes? - observan a sus escoltas, buscando protección, pero todos tienen un arma apuntando sus cabezas.

Le doy otro sorbo a mi lechita que está sabrosa.

-Tiene derecho a guardar silencio. Todo lo que diga puede ser usado en su contra en un tribunal. Tiene derecho a llamar a un abogado, si no lo tiene se le proveerá uno.- se los comienzan a llevar y no dejo de tomar mi leche, sintiéndome un poco más libre mientras lo meten en el auto.

Me giro hacía la otra pantalla y suspiro, enviando la orden, la cual ejecutan de inmediato, asesinando a todos los hombres que capturaron, los cuales trabajan para los Benadetti.

Los cuerpos caen sin vida con una bala en la cabeza y doy mi último sorbo de leche, levantándome y apagando todo después de ordenar que quemen la casa con los cuerpos adentro.

Tal vez debí asesinar a los Benadetti, pero por respeto a la memoria de Ferrangi los dejaré vivir.

Divina Obsesión (+18) CompletaWhere stories live. Discover now