Divina Obsesión (+18) Completa

Capitulo 36

Adam

Beetzi está afectando mi cabeza

Desde que estoy  alrededor de Beetzi, nunca me había gustado tanto ver esta casa gigante llena de guardaespaldas. Pero ahora, era lo mejor que podía ver porque significaba que ella estaba a salvo, en este lugar dónde podrían ayudarla mejor a recuperarse de la herida de bala, cuyo dolor había empeorado hace una hora, cuando la anestesia perdió su efecto y un punto se zafó por el movimiento brusco al que fuimos sometidos hace unas horas.

Rodeó su cintura con mis brazos cuando salimos del auto y un guardaespaldas trata de arrebatarmela, pero le envío una mirada que promete muchos problemas. No voy a dejar que nadie toque a esta loca. Paso mi brazo por debajo de sus rodillas y la alzó.

Ella gime por el dolor y esconde su rostro en mi cuello mientras camino hacia la casa, seguido por Jacobo y Mattias, que traen escoltado a Francesco, el ex cuñado de mi novia.

Las ganas que tengo de meterle un tiro me superan, así que prefiero mantener a Beetzi en mis brazos para no cometer una imprudencia que de seguro traerá represarias a futuro.

La puerta de la casa se abre y de ella salen cinco de los siete hermanos de Beetzi. No recuerdo todos sus nombres, pero Barbouri y Boiga son los primeros en llegar a mí.

- ¿Que mierda le hiciste? - preguntan apenas llegan y Beetzi gruñe contra mi cuello.

-No le hice nada. Le dispararon afuera del Oasis.- un grito sale de la casa y veo a su madre correr hacia mí, con lágrimas cayendo cuando ve a su hija prácticamente desmayada.

-Mi bebé... Oh, Dios.- toca su rostro y Beetzi le sonríe.- ¡Quitense coño! - le grita a sus hijos y todos se apartan.- ¡Vamos! ¡Necesitamos buscar un doctor! - habla en español y no se que mierda está diciendo esta mujer, así que solo la sigo con pasos apresurados.

-Juro que si algo le llega a pasar te meto un tiro por el culo.- me amenaza Bribronii y yo le quitó importancia rodando mis ojos. No tengo tiempo para andar respondiendo a estos imbéciles que solo quieren problemas.

- ¿Dónde fue el disparo? - pregunta la madre de Beetzi, Aurora; mientras lanza todos las cosas que había sobre la mesa al suelo. Se escuchan cristales rompiéndose, pero a nadie le interesa. Coloco a Beetzi en la mesa y me aporto un poco antes de que alguien me pegue un brazo contra el pecho.

-Ya la trajiste, ya te puedes ir de esta casa y nunca volver.- me sorprendo cuando veo al que creo es Branchi... O Baroni. No lo sé, pero es uno de los cuatrillizos. Lo que me dice me hace respirar profundo para no arremeter contra él, porque se que en un segundo lo tendría en el suelo con una nariz rota. Sin embargo, estoy rodeado y quién importa ahora es Beetzi.

- Tengo una bala en el cuerpo y eso no me hace ni sorda ni muda, así que en vez de estar acosando a Adam, vayan a interrogar a Francesco.- todos los hermanos se tiran hacia ella, la sorpresa gobernando sus rostros.

- ¿Francesco? ¿Tu cuñado? - las preguntas del que creo es Baroni me hacen gruñir.

-Yo no tengo hermanos, imbécil.- le respondo y Beetzi me mira con una sonrisa hasta que madre le rompe parte de la camisa para ver la herida, que estaba expulsando cada vez más sangre, manchando por completo el sujetador blanco que lleva.

-¿Y que nos importa a nosotros que no tengas hermanos? - me pregunta Boiga y yo pienso: ¿Cómo es posible que una chica tan hermosa e inteligente como Beetzi, tenga hermanos tan imbéciles y bestias como los que tengo al frente?

- Que ese imbécil de mierda que se hace llamar Francesco no es su cuñado, porque su novio soy yo, no un zombie de mierda que anda por ahí.- mi reclamo hace que Beetzi grite de dolor cuando suelta una pequeña risa, siendo regañada por su madre.