Divina Obsesión (+18) Completa

Capitulo 45 (parte 2)

Hace tres años

Beetzi

Eres mi carcelero

-Naci un Veinte de Junio, en compañía de mis tres hermanos que me golpearon violentamente para salir de primeros.

-Beetzi.- me regaña mi padre y una sonrisa se me escapa. No tengo que ver a mis dos hermanos mayores para saber que se están riendo.

-Yo no sabía con quién me involucraba, solo pasó. Un día fuí a un... Club, donde nos encontramos a un grupo de chicos para nada agradables. Me... Agredieron.- aclaro mi garganta y veo como mi padre, y mis hermanos se tensan, Broadleyi más que los otros dos, ya que fueron sus escoltas quienes fueron asesinados ese día.

-¿Que te hicieron? - me pregunta el policía, con una grabadora junto a él.

-Nada que quiera recordar ni de relevancia.- le quitó importancia. Después de todo eso no me define.- Ese día conocí a un hombre, creo que pertenecía o pertenece a un clan llamado Spectros o algo así.- mi hermano mayor se endereza en su puesto. Ellos saben que así se llama exactamente el clan, ya que no yo no olvido muchas cosas.

- ¿Te dijo su nombre? - me pregunta Bitis y yo niego con la cabeza.

-No, él habló con Ferrangi. Hablaron sobre la familia de él... La verdad no escuché muchas cosas.- muevo mis manos nerviosa, decepcionada de mi misma. Tuve una excelente oportunidad de robar información, y me perdí en mi mente y mi miedo.- El punto es que después de dejarnos ir, nos llevaron a la cas... - no sé si decirlo, tengo tanto miedo de hacerlo que la respiración me falla.

-Beetzi, está bien.- veo al policía y me pongo todavía más nerviosa. Ya han hecho mucho. Yo debería estar haciendo está declaración en la comisaría, sentada en una silla incómoda, con dos policías amargados haciéndome preguntas, pero en cambio estoy aquí, sentana en mi cama, tan cómoda, con la colcha arropando mis piernas desnudas.

-Nos atacaron. El hombre que conducía quiso asesinar a Ferrangi, peor fallo... Yo no... Yo no... - me cubro el rostro con las manos y el dolor intenso que sentí ese día, vuelve con fuerza, haciéndome llorar. No puedo seguir conteniendome, no puedo seguir mintiendo.

Un par de brazos me rodea y me inclino hacia el abrazo de mi padre, llorando con fuerza, sintiendo como mi corazón se aprieta y se rompe en pedazos. He perdido todo en estos últimos meses.

Pensé que ya lo tenía todo, me sentía tan completa cuando conocí el que pensé era el amor de mi vida, pero no fue así. Me dieron todo y un día me lo quitaron con el sonido de un disparo, con un cuerpo cayendo frente a mí sin vida, con mis gritos de angustia terminando con el silencio del solitario bosque.

Mi vida, la que tanto quería, de la que tan orgullosa estaba, se terminó ese día y me convertí en esta chica que miente a sus padres, a sus hermanos, que le roba al mayor de ellos y se involucra con la maldad más pura, con un hombre que le hace daño hasta su propio hermano para conseguir la simple ubicación de una persona que de seguro, ni siquiera sabe que está en riesgo.

Lloro con fuerza y me abrazo a mi padre, aferrandome entre sus brazos que me sostienen con fuerza. Escucho unos pasos alejarse y supongo que es el policía, pero no lo miro. Solo sigo llorando, soltando todo lo que he estado conteniendo estos últimos meses. Todo el miedo, la angustia, la ansiedad, la presión, el odio, todo lo suelto en estás lágrimas. Y cuando mi madre, y el resto de mis hermanos se une a ese abrazo, dificultando mi respiración por la cantidad de personas que está encima de mí, pido perdón por todo lo que hice, por todo lo que les oculte.

No quiero volver. Quiero seguir con ellos y nunca separarme de ellos. Quiero que me perdonen y volver a ser la simple niña que solo se preocupaba por ser el mejor promedio de la clase. Solo quiero eso.