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Algo en sus adentros le removió a Bárbara al ver a Franco abrazado a esa mujer.
Un sentimiento de esos que te hacen estallar de furia, que te carcomen el alma.
¿Celos? No lo sabía pues nunca los había sentido.

Cuando Franco vio a Bárbara parada en la puerta corrió a abrirle. Tenía un semblante serio y la mirada fija hacía la amiga de Steve.

-Bárbara, hola-. Franco estaba bastante sorprendido de tenerla ahí. -¿Estas bien? ¿Ocurrió algo?-.

-Estoy perfectamente seńor Santoro, venía para hablarle sobre grupo Lácteos pero veo que esta algo ocupado-. Dijo mientras volteaba a ver con desprecio a la gringa.

-Eh, no, si lo dices por la chica que ves allí, es una amiga de Steve, pero ya se van, pasa por favor-

Bárbara entro y sin saludar a la gringa se fue directamente al despacho de Franco.

Luego Steve volvió de su llamada y le comentó a su amigo que esa noche no dormiría en casa, lo cual Franco agradeció bastante.

Una vez que se quedo solo se dirigió a su despacho.

-¿No piensa saludarme seńora Greco?. Murmullo Franco al ver a Bárbara de espaldas y acercandose a ella.

-Para usted seńora Elizalde y.. hola, buenas noches sr Santoro-.

A Franco le divertía la postura de Bárbara pues sabía que el comportamiento que estaba teniendo era porque estaba celosa.

-Cuando me refería a que me saludaras me refería a esto..- Franco se acercó a ella para besarla pero Bárbara lo esquivo.

-¿No le basto con los besos de su gringa?-. Dijo Bárbara con cierto recelo.

-No sabía que eras tan celosa-. Comento Franco divertido antes de plantarle un beso que dejo a Bárbara prácticamente sin aire.

-¿Celosa yo? Siga sońando Santoro..-

-Se que no lo vas a aceptar pero me conformo con saber que si lo estas...-. Franco miro los brazos de Bárbara y se dio cuenta de las marcas que en ellos había.

-¿Qué te paso? ¿Quién te hizo esto?-. Franco estaba ya bastante molesto. -No me digas que fue el imbecil de Gonzalo-

-N..no, no importa eso-. Respondió Bárbara volteando a ver a otro lado.

-Por supuesto que importa, como se atrevió a hacerte algo así. ¿No dice amarte? Esto no se va a quedar así-

-No necesito que me defienda Santoro, ni usted ni nadie, yo sola puedo hacerlo-

-Yo sé que si pero si te defiendo es porque quiero-. Franco le dio un beso en los labios y la abrazo fuertemente.

Y ahí el enojo de Bárbara de desvanecio por completo. Sentía su corazón latir rápidamente y el aroma de Franco se quedaba impregnado en ella.

Se besaron, se besaron por un largo tiempo.

Los dos sabían que aquel juego entre los dos era peligroso, no se conocían del todo, desconocían las intenciones que tenían el uno con el otro pero cuando estaban juntos eso no importaba. Era como si el mundo desapareciera y solo existieran ellos.

Por su parte Gonzalo había tenido un ataque de nervios. Llamaron a su doctor y le recomendo reposo y no tener alteraciones. ¿Pero como no tenerlas? Si su esposa se había ido de la casa.

Damian le comento a Fernanda que Bárbara se había ido a la casa vieja (Así le llamaban ellos) ya que era de esas casas enormes y antiguas y que era mejor que la dejaran en paz o todo podía empeorar.
Fernanda le mintió a Gonzalo diciéndole que ella ya había hablado con Bárbara y que efectivamente se estaba quedando en la casa vieja pero que por lo menos esa noche lo mejor sería no molestarla.
Gonzalo aceptó resignado sintiendose con una enorme culpa.

Si comentan mucho les subo otro capítulo.

El dúo perfecto.Where stories live. Discover now