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NARRADORA.

Franco guío a Bárbara hasta la cama y comenzó a besarle el cuello, ella lo tomaba de la cabeza y cerraba los ojos disfrutando plenamente el momento.

De pronto, vagos recuerdos comenzaron a aparecer en su mente.

Su camioneta, el alcohol, ella encima de Luis y él siendo brusco al tocarla.

Y todo eso se mezclo con los tristes recuerdos que pensaba ya había superado; Artemio abusando de ella.

-No-. Gritó y con sus piernas empujo a Franco.

-Bárbara-. Le hablo Franco extrañado por su actitud.

Bárbara tuvo una crisis de llanto y Franco se acercó a ella. -¿Puedo abrazarte?-. Le pregunto y ella asintió.

Después de varios minutos Bárbara logro calmarse.

Franco al verla más tranquila fue a la cocina y regreso a la habitación con un vaso con agua para ella.

-¿Te sientes mejor?

-Sí, gracias Franco-. Articulo ella.

-¿Puedo hacer algo más por ti?-

-Déjame sola, por favor-.

Franco salió y se dirigió a su despacho.

Y no era que Bárbara no lo quisiera a su lado, al contrario, anhelaba tanto la compañía de Franco así como anhelaba su libertad pero bien sabía que lo de ellos dos era prácticamente imposible.

El futuro de ella era incierto, ahora más que nunca su libertad corría peligro y por más que quisiera a Franco, no podía darse el lujo de volver a ser vulnerable ante él.

Por primera vez no sabía cómo actuar, ya prácticamente su matrimonio con Gonzalo estaba acabado y ella no había cumplido su plan.

Fácil podía ser volver a unirse con Franco, que él se encargará de eso y ella lo ayudaba con Liliana pero ¿Y luego?.

La verdad es que tenía miedo, miedo a Artemio, miedo a que Franco ahora la odiara y sólo estuviera actuando así para volver a tenerla y luego vengarse, miedo a que su hija no la perdonara nunca.

Estaba perdida en sus pensamientos cuando escucho el timbre de la casa.

Sonó unas 5 veces más y al percatarse que Franco no abría, fue ella misma a la puerta.

Era Camila.

"¿Qué demonios hacía ahí"?.

-¿Qué quieres?-. Le preguntó al abrirle la puerta y ponerse frente a ella.

-¿Tú? ¿Qué haces aquí? Vine a ver a Franco-

-Esta ocupado-

-¿No será que no quieres que lo vea?-. Le dijo Camila.

-¿Y yo porqué querría eso?-

-Se perfectamente que tú eres la amante de Franco-

-¿Ah si?-

-Sí y sé también que no lo quieres, que vienes, te revuelcas con él y después lo dejas-

-¡Pobre Franco!-. Dijo Bárbara usando un tono de una falsa indignación. -Es una lástima que sólo lo use para acostarme con él-

-Franco es un buen hombre, tú no lo mereces-

-Que conmovedora eres Cami, pero ¿Adivina qué? Él no opina lo mismo-

-Llámalo, y que sea él quien decida quien de las dos se queda-. Le propuso Camila.

-¿De verdad crees que entre tú y yo puede haber alguna competencia?-. Le dijo Bárbara mientras la miraba de arriba a abajo. -Mírate Camila, una mujer como tú no es competencia para mí-.

-¡Eres una z...!-. Le grito Camila mientras le alzaba la mano para abofetearla pero Bárbara le detuvo el brazo.

-Sí, sí soy todo lo que dices ¿Y adivina qué? Aún siendo todo eso Franco me prefiere a mí-. Bárbara pronunció aquellas palabras con algo de burla. -No me voy a pelear contigo por un hombre, no tengo necesidad de eso, a diferencia se ti, a mí los hombres me ruegan, en  cambio tú tienes que estar tras ellos como perro callejero-

-Y supongo que te da orgullo tener a tantos hombres atrás tuyo ¿No? ¿Y Franco que opina? ¿Se siente orgulloso de estar con una mujer cómo tú?-

-¿Porqué no mejor se lo preguntas a él? ¿Sabes? Quise tener un acto de humanidad contigo y ahorrarte la humillación de tener que escuchar la boca de Franco que..-

Antes de que Bárbara terminara de hablar apareció Franco, venía de salirse de bañar.

-Fran-. Le chillo Camila. -¿Puedo pasar a TU casa? Quiero hablar contigo-

-Si ella entra, yo me voy-. Le advirtió Bárbara.

-¿Tanto miedo me tienes?. Pregunto Camila a Bárbara y ella sólo río.

-¿Se puede saber porque discuten?-. Les cuestiono Franco.

-Necesito hablar contigo Franco, por favor-. Insistió Camila.

-Hoy no puedo-. Le contesto él y Bárbara la miro triunfante.

-¿De verdad la vas a preferir a ella?-

-Mañana hablamos Camila, ahora por favor retírate-.

Camila ya no dijo nada y se fue ocultando sus lágrimas.

-¿Qué fue todo eso?-.

-¿De que hablas?-. Respondió Bárbara haciéndose la inocente.

-Estabas discutiendo con Camila-

-Ella discutía conmigo, pobrecita, es tan poca cosa-

-Bárbara...-

-¿Te molesta que insulte a tu ex noviecita? Porque si quieres puedes ir a consolarla, no es algo que me importe-

Franco no respondió, sabía que era inútil discutir con ella.


Camila estaba enojada, dolida, necesitaba vengarse de Bárbara y sólo había una persona que podía ayudarla; Steve.

Le llamo por teléfono y acordaron verse en un restaurante.

-¿Entonces crees que ese Luis pueda ayudarnos?-

-Es un simple chofer-. Le respondió Steve a Camila con despreocupación. -Estoy seguro que por dinero haría cualquier cosa-.

El dúo perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora