114

388 64 111
                                    

Hola hijas de Liliana.

POV BÁRBARA.

Franco tenía razón en todo lo que me había dicho, desde que nos conocimos se ha dedicado sólamente ha ayudarme, a quererme, realmente no tenía motivos para dudar de él pero tampoco entendía porque Aurora inventaria algo así.

Lo ví mandar un mensaje y estaba segura que hablaba una mujer, su nerviosismo se hizo notar,  yo sabía que no tenía ningún derecho a preguntarla nada ni mucho menos a reclamarle algo, fui yo quien muchas veces le había dicho que no éramos nada, que no teníamos porque celarnos, pero el solo echo de imaginarme a Franco con otra mujer me ponía mal.

Siempre me pareció absurdo celar a una persona, Gonzalo me fastidiaba con sus estúpidos celos, pero con Franco era diferente, si él me celaba me gustaba, y yo no toleraba verlo con ningúna otra mujer, tal vez era porque nunca antes me había enamorado.

Cuando ví a Franco abrir la puerta supe que debía detenerlo, algo en mis adentros me dijo que si esa noche lo dejaba ir podría perderlo para siempre.

-Espera-. Le dije antes de que se fuera.

-Perdóname por favor mi amor-. Susurré en su oído y lo acerque a mí para besarlo.

-No Bárbara-. Me dijo alejándose. -Esta vez ya no-.

-Ya se que me equivoqué Franco, que tienes razón en absolutamente todo lo que me dijiste, pero te juro que te amo con todas las fuerzas de mi alma-

-¿Amas a un delincuente?-

-Perdóname, en el fondo de mi corazón sé que serías incapaz de hacer algo así y aunque lo hicieras, eso no quita que te adore-

-¿Para qué me dices todo esto Bárbara? ¿De qué me sirve saber que supuestamente me amas si me terminarás
diciendo que solamente podemos ser amigos? Ya estoy de esta situación, de ilusionarme con tus "te amo", de creer que puede haber una esperanza para nosotros y que al final alguien venga, te meta ideas de mí a la cabeza y mandes todo lo que tenemos al demonio-

Mi cielo, yo..-

-Te amo Bárbara, pero ya estoy cansando de esperar, finalmente sé que mañana me dirás qué lo nuestro no puede ser, primero por toda la situación con Gonzalo, después mi hermana y ahora tu hija..-

-Tengo claro que sí nosotros aún no tenemos nada formal es por mi culpa, pero trata de ponerte en mi lugar, me aterra la idea de que no funcione y terminemos odiandonos-

-¿Y tú crees que yo no tengo miedo Bárbara? También me aterra la idea de que las cosas no nos salgan bien pero yo si estoy dispuesto a arriesgar todo por ti-

-Dame tiempo-

-No, no Bárbara, es preferible dejar todo cómo unos simples conocidos, tú sabes que vas a poder seguir contando contigo pero hasta ahí, nada de amigos con derecho, nos hacemos más daño estando así-.

Franco me estaba hablando enserio, podía sentir en su mirada que de alguna u otra se estaba despidiendo de mí y me dolía, quería detenerlo, decirle que estaba dispuesta a intentarlo, pero por otro lado la promesa que le hice a Aurora rondaba en mi cabeza.

Al diablo con mis miedos, amaba a Franco y estaba segura que lo de Aurora era todo una confusión.

-Bueno, creo que ya no hay nada más que hablar-. Me dijo al ya no recibir ninguna respuesta de mi parte.

-Cualquier cosa tienes mi número de celular, sabes que puedes hablarme cuando necesites algo-.

-Sé que no tengo derecho pero me gustaría preguntarle algo Franco-

-Dime-

-¿Vas a ver a alguien hoy?-

-Quede de ir a cenar con una amiga-

-¿Camila?-

-No, es una amiga con la que iba en la universidad y hace poco nos reencontramos-

-¿Es por eso que no te quieres quedar conmigo?-

-No, tú sabes que te pondría por encima de cualquier persona, pero..-

-Quiero intentarlo Franco-. Le dije de pronto.

-¿Cómo?-

-Que quiero intentar algo bien contigo, quiero que los dos lo intentemos, quiero ya no ser solo tu amiga con derechos, quiero amarte sin medidas y que me ames de la misma manera, quiero enfrentar mis miedos a tu lado, quiero que todo lo que está por venir lo enfrentemos juntos, quiero ser tuya y que tú seas solamente mío, te amo Franco y está vez te juro que te lo voy a demostrar, está vez quiero que sea para siempre-. Le hable con lágrimas en los ojos.

El dúo perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora