105

340 47 58
                                    

POV NARRADORA.

Bárbara intentó llamarle a Franco pero jamás le contestó.

-Aurora, tengo que salir, si viene Franco dile por favor que no tardo en regresar-

-Pero ¿Paso algo malo? Estás muy alterada-

-Todo esta bien mi niña, voy a tratar de no demorarme mucho, recuerda que te amo ¿Si?-

Bárbara abrazo a su hija y ella correspondió al abrazo. -Te quiero mucho-. Le dijo Aurora y a Bárbara se le llenaron los ojos de lagrimas.

Bárbara salió con destino a la casa de Artemio Bravo, no tenía idea de cómo se pudo haber enterado lo de Liliana, estaba metida en problemas, y lo peor era que Artemio no descansaría hasta ver muerto a Franco.

-¿Porqué tardaste tanto Rebeca?-

-Disculpe señor, pero..-

-¿Hablaste con Santoro?-

-No pude..-

-¿No pudiste o no quisiste? No pensé que fueras tan estúpida, te enamoraste de él-

-Eso...no, no es cierto-

-¿Ah no? ¿Y entonces porqué permitiste que sacara a la loca Elizalde de la clínica?-

-Yo no sabía..-

-¿Y tú crees que yo soy idiota? Es obvio que lo estás encubriendo-

-No es así, es sólo que no me contesta las llamadas-

-O es él o es tu hija, Rebeca-

-¿De que...de que está hablando?-

-Aurora ¿Te suena el nombre?-

-¿Qué.. qué sabe de ella?-

-Sé lo suficiente cómo para dejarte en claro que si no llamas en esté momento a Santoro, Aurorita se muere..-

-Usted no tiene ningún derecho, lo que haga con mi vida personal no tiene porque importarle-

-Tu vida me pertenece Rebeca, lastima que el amor te haya vuelto tan tonta-

-¿Cómo es qué me dice que Aurora es mi hija si según usted yo tuve un niño y nació muerto?-

-Basta ya Rebeca, estuviste jugando conmigo todo esté tiempo pero se acabo, en esté momento están trayendo a tu amada hijita, delante de ella vas a decidir que te importa más, si su vida o la de Santoro-

-¡Eres un animal Artemio!-. Le grito Bárbara mientras lo golpeaba en el pecho. -Por años me hiciste creer que mi supuesto hijo había nacido muerto, me obligaste a casarme con Gonzalo Elizalde para cumplir una maldita venganza tuya..-

-Mucho cuidado Rebeca, se te olvida quién soy yo y de lo que soy capaz de hacer-.

Minutos más tarde entraron 3 de los trabajadores de Artemio, traían a Aurora en brazos, estaba dormida.

En cuanto Bárbara la vió corrió hacía ellos pero Artemio la detuvo.

-¡Quédate quieta Rebeca!-

-¿Qué le hiciste a mi hija infeliz?-. Pregunto Bárbara llorando.

-Por ahora nada, sólo está dormida, pero si no cumples con lo que te digo ¡la mato! Ahora vas a llamar a Santoro y lo harás creer que estás en peligro y cómo seguramente él te quiere tanto cómo tú a él, vendrá a rescatarte-

Bárbara marco el número de Franco rogando porque está vez tampoco le contestará, pero la suerte no estaba de su lado y Franco le contestó de inmediato.

-¿Bárbara? ¿Estás bien?-

-No...no Franco ¿Puedes venir a casa de Artemio? Por favor-

-¿Pero que pasa Bárbara?-

-Solo ven...lo antes que puedas-. Corto la llamada y Artemio comenzó a reírse.

-No entiendo para que quiere que venga Franco, ¿No se da cuenta? Si intentamos hacerle algo y fallamos después nos va a demandar..-

-No habrá fallas ¿Acaso no has entendido Rebeca? O es la vida de Franco o la de tu hija, y vas a ser tú misma la que acabe con él-

-Si lo matamos jamás sabremos porque saco a Liliana de la clínica-

-Deja de fingir que no sabes, Liliana es la media hermana de ese idiota-.

Bárbara se quedo callada ¿De donde Artemio había sacado toda esa información? ¿Cómo sabía tanto? Estaba deseando con toda su alma que Franco no llegara, no se sentía capaz de dispararle al amor de su vida.

-El señor Franco acaba de llegar-. Informó uno de los trabajadores de Artemio

-Hazlo pasar-. Ordenó él.

-En cuando Santoro cruce esa puerta harás que se siente y con esto-. Dijo entregándole una pistola. -Lo matas, tendrás 3 minutos Rebeca, si pasando ese tiempo no cumples lo que te estoy ordenando, te entrego a tu hija echa pedazos-.

Artemio salió y después entró Franco.

-¡Bárbara! ¿Qué sucede? ¿Dónde está Artemio? ¿Te hizo algo?-. Franco intentó acercarse a Bárbara pero ella se alejó.

-Toma asiento por favor Franco-.

Él obedeció y Bárbara le dió la espalda, tenía el auricular puesto y escuchó la voz de Artemio. -Se te acaba el tiempo Rebeca-

-¿Me quieres decir qué pasa Bárbara?-. Le pregunto Franco y ella le dió frente apuntándolo con la pistola.

-¿Qué, qué haces? Bárbara baja esa pistola-.

Ella cerro los ojos y sus lágrimas comenzaban a caer, estuvo un momento así y Franco intentó pararse.

-¿Alguien te está amenazando?-. La cuestionó él.

-No-. Dijo firmemente. -Pero ya no me sirves Franco, tienes demasiada información mía y no puedo arriesgarme a que me traiciones-.

-¡9 segundos Rebeca!-. Escucho nuevamente la voz de Artemio. 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2..

-Perdóname-. Dijo en un susurro y disparó.

El dúo perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora