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NARRADORA.

Había llegado el día en el que se festejaría la alianza entre grupo Lácteos y Power Milk.

Fernanda desde muy temprano estaba arreglada, quería que Franco la viera bonita.

Franco por su parte estaba nervioso, quería que todo saliera bien, esa noche sería su primer golpe en contra de Gonzalo Elizalde.

Los invitados comenzaban a llegar, era poca gente, la mayoría invitados de los Elizalde.

De pronto vio entrar a Camila. ¿Qué hacía ahí?.

Camila se acercó a el, le llevaba un vestido demasiado corto, cabello completamente liso y unos altos tacones.

Se había maquillado de tal manera que, sus ojos verdes resaltaban más.

Pero nadie se comparaba a su bonita.

Ninguna mujer podía siquiera llegarle a los talones a Bárbara.

-¿Qué haces aquí Camila? ¿Quién te invito?-

-Primero salúdame guapo-. Intento darle un beso pero él de inmediato se alejo.

-Te pregunte ¿Qué que haces aquí? No estás invitada-

-Soy invitada de Steve ¿Algún problema?-

-Bueno, pues si eres invitada de Steve entonces vete con él, a mí no me molestes-.

Franco se fue dejándola sola. Volteó su mirada hacía la entrada y vio a Fernanda del brazo de Damián, supuso entonces que ya venía Bárbara también.

Y no se equivocaba.

Se acerco a ellos y saludo a uno por uno hasta llegar a Bárbara.

-Señora Elizalde, un gusto tenerla aquí-. Dijo mientras besaba su mano.

-El gusto es mío señor Santoro-. Le respondió ella con una sonrisa.

Bárbara se veía preciosa, siempre se veía bien pero esa noche estaba realmente deslumbrante.

Franco los hizo pasar a la mesa del centro y se encargó de que los meseros los atendieran lo antes posible.

De la nada Camila se acerco hasta ellos.

-¿Y usted quién es señorita?- Pregunto Aníbal.

-Soy Camila, invitada de Franco-. Bárbara la miro.

-En realidad es invitada de Steve-. Dijo Franco. -Yo no invite a nadie-

-Mucho gusto señorita-. Gonzalo la saludo y todos los demás hicieron lo mismo, menos Bárbara.

-¿Y estas libre Camila? Porque déjame decirte que casualmente yo me llamo Camilo y creo yo que podríamos bailar toda la noche. ¿No te molesta verdad Franco?-

-En lo absoluto, si Camila acepta es toda tuya-. Respondió Franco con una sonrisa.

Los invitados seguían llegando y la fiesta estaba espectacular.

Barbara estaba celosa pues Camila no dejaba en paz a Franco.

Hubo un momento en el que Bárbara y Priscila se quedaron solas en la mesa, Franco se acerco con la única intención de estar cerca de Bárbara.

-¿Se la están pasando bien?-. Les pregunto Franco.

-No tiene idea de cuánto-. Le contesto Bárbara con una falsa sonrisa.

-¡Franco! ¿Dónde te metes? Llevo toda la noche perseguiéndote-. Dijo Camila acercándose a ellos.

-¿Ustedes son novios?-. Pregunto Priscila.

-¡NO! Camila y yo no somos nada-. Se apresuró Franco a responder.

-Pues es una lastima, porque harían una excelente pareja, los dos son un par de guapos ¿No te parece Bárbara?-. Dijo Priscila.

-A mí es al que NO le parece Priscila-. Hablo Franco. -Camila es solamente una invitada de Steve y hasta ahí-

-Franco y yo fuimos novios pero por cosas del destino nos separamos y ahora ya no quiere hacerme caso-.

Bárbara estaba demasiado incómoda.

-¡No seas malo Franco! ¡Si Camila es preciosa, hasta su nombre es lindo-. Insistía Priscila.

-En eso estoy de acuerdo-. Hablo por fin Bárbara. -Tiene un nombre muy bonito, así se llamaba una gata que tuvimos hace años-

Franco contuvo la risa.

-¡No te conocía ese sentido del humor!-. Dijo Priscila mientras reía escandalosamente.

-Quisiera seguir en esta plática tan interesante señores pero tengo que ir a buscar a MI marido-. Bárbara resaltó el "MI" para hacer enojar a Franco.

-Sí, vaya con él, hacen una pareja divina y se nota a leguas lo enamorados que están-. Le dijo Camila.

-Así es, estamos muy enamorados, amo a mi esposo con toda mi vida-.

La situación se estaba volviendo bastante incómoda tanto para Franco como para Bárbara.

-¡Mi alma! ¿Quieres bailar conmigo?-. Llego Gonzalo con ellos.

-Por supuesto que si vida-. Dijo abrazándolo.

La parejita de casados se fue dejando a los demás solos.

Después de unos minutos Franco vio como Bárbara se dirigía a los baños y la siguió.

-¿Se puede saber cuál es tu jueguito?-. Le pregunto él molesto mientras se la llevaba a otra dirección.

-¿A dónde me llevas Franco? Y no se a que juego te refieras-.

La llevo casi hasta el final de la hacienda donde solo estaba la camioneta de él y un árbol algo grande.

-Al de estarte comportando tan cariñosa con el idiota de Gonzalo-

-Es mi esposo ¿Qué esperas?

-Lo estás haciendo a propósito-

-¿Qué me reclamas tú? Si traes a esa pegada a ti como chinche-

-Yo ya le deje claro que no me interesa volver a tener nada con ella, hasta delante de todos ustedes le hice varios desplantes-.

-Déjame ir Franco, Gonzalo debe estar buscándome-

Franco hizo caso omiso a las palabras de Bárbara y la llevo hasta el árbol, la beso con pasión y bajo hasta su cuello, fue repartiendo besos en todo el abdomen de Bárbara por encima de su vestido hasta llegar a sus piernas.

Ahí le arranco las bragas, la levanto del suelo y la pego contra el palo del árbol, le subió el vestido y él bajo su zipper y la penetro con fuerza.

Bárbara gemía mientras que, con sus piernas se abrazaba a la cintura de él.

La penetro varías veces, estaba siendo rudo, quería dejarle en claro a Bárbara que aunque estuviera casado con otro, ella le pertenecía a él.

-¡Eres un salvaje!-. Le dijo Bárbara mientras se acomodaba su vestido.

-¿Me vas a decir que no te gusto?-. Le pregunto Franco burlón.

-¡No te quiero ver cerca de esa zorra!-

-¿A quien te refieres?-

-A cualquier mujer que se te acerque, pero especialmente mantente  alejado de Camila-.

Bárbara se fue al baño para retocar su maquillaje, al salir vió a Gonzalo un poco desconcertado.

Supo entonces que la venganza de Franco hacía él había comenzado.

El dúo perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora