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POV BÁRBARA.

Franco sujetaba mis muñecas contra la pared y lamía mi cuello.
Hice un intento más por separarme de él pero me fue imposible, no quería hacerlo.

Con su mano izquierda subió mi vestido y lentamente empezó a tocarme las piernas hasta llegar a mi clítoris, me acariciaba rítmicamente, mi respiración estaba totalmente descontrolada y sin darme cuenta ya me estaba moviendo contra su mano.

-¿Te gusta?-. Me pregunto mientras me penetraba con uno de sus dedos.

-Ahh-. Yo no podía pronunciar palabra.

-¿Te pregunte que si te gusta?-. Me dijo con voz ronca y metiendo otro dedo más.

-S..si-. Fue lo único que pude decir porque ya lo tenía arrodillado frente a mí succionando mi clítoris con su majestuosa lengua.

Explote por completo en su boca y él sonrió de lado.

Se levanto y me tomo del cuello mientras me besaba sin ninguna contemplación, me mordía los labios a su antojo y pasaba a mi cuello besándolo con fervor.

-Eres preciosa Bárbara-. Me dijo al oído.

Nos miramos fijamente y yo misma me encargué de bajar el cierre de su pantalón, para después liberar su enorme miembro que hacía mí.

Me penetro sin piedad y yo mordía su cuello para ahogar mis gemidos.

-Si sigues haciendo eso terminarás dejándome otra marca-. Me hablo con dificultad.

-¿Y? ¿Tienes miedo a que se enoje tu mugrosa sirvienta?-. No me respondió, al menos no con palabras, me penetro hasta el fondo aumentando sus movimientos y haciendo que lo mordiera más fuerte.

-Te parece que tengo miedo?. Me hablo despacio mientras me seguía embistiendo.

Nos corrimos los dos juntos, jadeando, ahogados de placer.

Espero hayan disfrutado el capítulo porque en lugar de dormir me puse a escribirlo.

El dúo perfecto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora