COSAS QUE NO SE PUEDEN CAMBIAR

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-Capitán, ¿qué acabas de decir? – Demandó ella tan furiosa como adolorida – ¡Dilo otra vez! ¿Qué dijiste justo ahora? ¿Qué? ¿Compañero?

Jonghyuk no respondió.

-¿Ese hombre es tu compañero? – insistió ella con voz rota.

-Sí.

¿La mandíbula de alguna de las personitas o del Trazador Secreto tocó el piso tras escuchar esa declaración? No. Ninguna mandíbula tocó el piso porque todos se habían quedado paralizados, contemplando la escena sin terminar de asimilar por completo la situación.

El patrocinio de monedas comenzó después de esa declaración, pero por una vez las personitas no estaban del todo seguras de que obtener patrocinio fuera lo único que lo movía a hacer una declaración así.

-Capitán ¿cómo puedes decir eso? – Shin Yoosung por su parte parecía totalmente destrozada y no sin razón; después de todo en la ronda 41 la palabra "compañero" nunca había salido de los labios de Yoo Jonghyuk al momento de describir a quienes lo acompañaban.

El puño del Desastre de las Inundaciones dañó la espada de Yoo Jonghyuk.

-¿Cómo te atreves a decir eso delante de mí? – insistió.

Más que golpear a Yoo Jonghyuk, parecía que la mujer lo estaba destrozando, pero el regresor en lugar del rendirse continuó levantándose y tratando de devolver el golpe... defendiendo que no perdonaría a Shin Yoosung porque ella había matado a su compañero de esa ronda.

-Eso no fue una actuación – escuchó Dokja una voz a la distancia.

-No lo es – reconoció otra voz extrañamente similar haciendo eco en el fondo de su mente.

Si su atención no hubiera estado tan inmersa en lo que sucedía con Jonghyuk esas voces distantes habrían llamado su atención, pero como estaban las cosas no podía permitirse una distracción, por lo que (para ayudar a Yoo Jonghyuk) Dokja decidió concentrarse en utilizar el punto de vista del protagonista en primera persona.

Ahora, Yoo Jonghyuk estaba tan disperso que Dokja no pudo transferir su conciencia a él, pero sorpresivamente las palabras del regresor habían ocasioando que Shin Yoosung pensara en el lector, con lo que Dokja aprovechó la oportunidad y se transfirió a ella.

-Esta es tu última oportunidad – sentía como si las palabras salieran de sus propios labios –. Si cancelas tus palabras, te enviaré lejos sin ningún dolor. Dilo. Di que no es tu compañero, que sólo es alguien que conoces.

Pero Yoo Jonghyuk no respondió ni siquiera cuando ella le aplastó las piernas, y una furiosa Shin Yoosung decidió entonces desquitar su dolor masacrando a todas las encarnaciones de la zona...

Lee Jihye la atacó en ese momento.

-¿Te atreviste a hacer que el Maestro se vea así? – recriminó la estudiante, y enseguida comenzó a invocar su estigma de flota fantasma.

-Esta es tu habilidad – reconoció Shin Yoosung con una sonrisa – pero aún te queda mucho camino por recorrer.

Y en el espacio de un parpadeo Shin Yoosung cruzó la distancia que la separaba de Lee Jihye.

-¡Mierda! – Juró la ex estudiante – ¿Cuál es esta velocidad?

Y aunque intentó una retirada, la velocidad de Lee Jihye no era rival para la velocidad del Desastre.

-No lo sabes. Yoo Jonghyuk te usará y te abandonará – sentenció la mujer de piel blanca –. Morirás. Tú, que tanto querías ser reconocida por Yoo Jonghyuk, moriste en el mar que tanto amabas. Fuiste horriblemente asesinada por los japoneses que odiaban a tu patrocinador. ¿Sabes lo que dijo Yoo Jonghyuk después de perderte? – A la orden de Lee Jihye todas las naves de su flota dispararon contra el Desastre, pero Shin Yoosung recibió el impacto como si nada – "En el futuro, las batallas navales serán un poco difíciles" – su voz era una perfecta recreación de la voz fría del Yoo Jonghyuk de la 41ra regresión – Pero no te preocupes, Jihye: eso no sucederá esta vez... Te enviaré lejos sin ningún dolor.

Patrocinador SecretoWhere stories live. Discover now