EL CÍRCULO CUADRADO

774 115 211
                                    

En el momento en el que abrió los ojos, lo primero que vio frente a sí fueron los ojos familiares de su encarnación, los cuales estaban fijos en él y totalmente llenos de emociones que hicieron latir su corazón de forma cálida.

Por un muy breve momento patrocinador y encarnación sólo se contemplaron uno al otro en silencio... y luego una sonrisa aliviada se extendió por los labios de Kim Dokja.

-Despertaste – le dijo el lector sonando aliviado y... ¿qué es lo que tenía que decir él al respecto?

A pesar de que el Trazador Secreto no se arrepentía de la decisión que había tomado para enfrentarse a la Llama Viviente (la decisión que había tomado para proteger a los suyos) ahora como nunca era plenamente consciente de la verdadera profundidad de los sentimientos de Kim Dokja con respecto a su vida.

Sentimientos peligrosos.

Sentimientos reconfortantes.

Sentimientos intensos que podrían destruir (o deconstruir) un mundo para conceder el deseo de una única persona.

Era algo aterrador.

Era algo hermoso.

Era algo... algo...

La receta del desastre.

El manual del fin del mundo.

Y mientras él pensaba tantas cosas su mente estaba extrañamente serena y sus emociones no eran capaces de alterarse. ¿Por qué habrían de hacerlo? Después de todo, el limbo de sus múltiples egos había sido el lugar perfecto para ordenar tantas cosas confusas...

Aunque hablando de eso...

-¿Patrocinador? Tú...

-Estoy despierto. Ahora ¿quieres explicarme cómo es que estoy aquí?

Donde quiera que fuera "aquí".

Porque ahora que realmente prestaba atención, la manta en la que estaba envuelto no era una que le fuera conocida, el cielo anaranjadizo sobre su cabeza definitivamente no tenía relación alguna con el cielo lúgubre del Bosque de N'gai y el césped a su alrededor tenía un color verde y saludable que era muy similar al de...

-Estamos en Corea – corroboró su encarnación como leyéndole el pensamiento – primero huimos de la Llama Viviente en el Ferrarigini para regresar al Complejo Industrial y luego los otros miembros de la Compañía se enojaron y nos trajeron a esta montaña... aunque no sé a ciencia cierta en qué parte del país es en la que estamos.

-¿No lo sabes?

-Simplemente desperté aquí esta mañana – se encogió de hombros Kim Dokja –. Cortesía de mis compañeros de nebulosa, por supuesto.

-¿Los hartaste lo suficiente como para que te secuestraran una vez más? Cuestionó el Trazador Secreto con sus labios torcidos en alguna cruza extraña entre una mueca de desdén y una sonrisa burlona.

-Mmm... algo así, supongo. Más bien los harté lo suficiente como para orillarlos a hacer una "huelga de trabajadores" – admitió el lector – aunque eso de "huelga" es más una forma rebuscada de decir que les apeteció tomar algunos días libres de escenarios para convivir tranquilamente, hacer un picnic al aire libre y descansar del ritmo ajetreado de nuestra loca vida.

Sí, ahora que lo pensaba tendría que haberlo visto venir. No es que podía culparlos del todo, después de todo no era algo fácil tratar con Dokja y con sus planes locos pero...

Dejando de lado sus pensamientos introspectivos, el Trazador tarareó para sus adentros antes de responder al comentario anterior.

-No es algo que esté mal. Recolectar piezas ocultas útiles para los escenarios es importante, pero a estas alturas del escenario no hay nada más que puedan colectar que en realidad pueda marcar una diferencia y el descanso es también importante. Además, estos momentos breves y de paz... - Por el espacio de casi un segundo, su mirada se perdió en sus propios recuerdos – Este tipo de momentos no son algo que debas darte el lujo de desaprovechar.

Patrocinador SecretoWo Geschichten leben. Entdecke jetzt