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LIBRO DEL APOCALIPSIS

Después de la evolución de su atributo, Jung Heewon había ganado también algo nuevo en su piel: una imagen que la voz del Star Stream le había susurrado que era el "anillo del caos".

Ese "tatuaje" recién adquirido que había sido su fuente de poder durante la batalla ahora era apenas perceptible como una especie de relieve perfectamente disimulado en la piel de su brazo. Ya no era algo que podía detectarse a simple vista pero no por eso ella había dejado de sentirlo.

En otras circunstancias y en otros momentos, Jung Heewon se habría acercado a Kim Dokja para preguntar al lector si había alguna información que él pudiera compartir para ayudarla a entender su nuevo poder porque ¿quién mejor para preguntar este tipo de cosas que ese lector que además era la encarnación de un dios exterior cuyo verdadero nombre contenía la palabra "Caos"?

Bueno, eso como se dijo sería en otras circunstancias, porque en las circunstancias actuales lo único que el tiempo permitió fue un breve intercambio de palabras donde Kim Dokja pudiera ponerse al tanto de la situación enfrentada por sus compañeros, y en el que respondió a esa información con un par de explicaciones de su parte para dar a conocer a todos que Lee Hyunsung aún no estaba muerto sino que por el contrario estaba por lograr la evolución de su atributo.

-En ese caso, ¿sigue vivo? – preguntó ella con voz temblorosa.

-Sí – respondió Dokja simplemente.

-¿Dices la verdad? ¿No me estás mintiendo? – Con los ojos llenos de lágrimas, colocó su propia mano sobre el cofre inmóvil de Hyunsung... y la falta de movimiento fue exactamente la misma de antes – Pero... no puedo escuchar nada.

-Será así de ahora en adelante.

-...¿Perdón?

La expresión en el rostro de Kim Dokja era difícil de leer.

-Hyunsung-ssi definitivamente está vivo. Entonces, por favor no te preocupes.

-En cualquier caso, no nos será de ninguna utilidad por ahora. Cada quien mantenga su ingenio y prepárense; este no es el momento de revolcarse en la tristeza.

Esto... Si ella no supiera que Yoo Jonghyuk era el tipo de persona que guarda sus emociones en todo momento, le habría dado un buen golpe a ese tipo sólo por expresarse de una manera tan fría con respecto a un compañero caído.

Como si pudiera leer su mente (aunque por lo que sabía de él era probable que de hecho fuera así), Dokja-ssi colocó una mano tranquilizadora sobre su hombro.

-Hay algo que podemos hacer – le prometió en un susurro casi al oído – pero ahora debemos concentrarnos.

En realidad no era necesario que se lo dijeran dos veces.

De un lado del campo de batalla estaban las fuerzas del Mal Absoluto, y del otro las del Bien Absoluto.

Ellos (la Compañía Secreta de Kim Dokja) estaban en medio de ambos y cuando se dice "en medio" quiere decir "en el blanco de las armas" de literalmente todos en el escenario.

-¿De verdad vas a pelear? – Cuestionó la tal Anna Croft avanzando hacia Kim Dokja con rostro grave – Debes saber que no hay esperanza de victoria para ti aquí, ¿cierto?

-Nunca hemos tenido buenas probabilidades de victoria – respondió el lector con esa sonrisa exasperante que siempre le dirigía a las personas a las que quería molestar –. Y sí, planeo pelear contra ellos, y también estoy seguro de ganar... siempre y cuando no nos traiciones, dicho sea de paso.

...¿Traicionarlos? Pero ¿¡Qué demonios significaba eso!?

La mujer llamada Anna Croft movió su mano y dos mujeres más avanzaron como si eso fuera una señal de algún tipo.