Granger → taekook (TERMINADA)

15

1982

Taehyung observaba desde la encimera con un té en su mano los movimientos del joven. La manera en que ese delantal negro que llevaba puesto para no ensuciar sus lindos pantalones de harina encajaba tan perfectamente con su cintura, dándole un aspecto más formado, le volvía loco de pies a cabeza.

Luego de aquella escena donde Jungkook se había referido a él informalmente el menor solo había huido a la cocina para comenzar a cocinar como si su vida dependiese de eso y es que solo quería evitar la vergüenza al haberse atrevido a decirlo en voz alta y de tal manera.

Mientras, Taehyung solo disfrutaba, porque su conejito estaba siendo más abierto con él y le quería. Mierda, él lo quería. 

Posó la fina loza en la encimera de mármol blanca que adornaba gran parte de la cocina y se acercó por detrás de la anatomía del joven envolviendo sus brazos en la pequeña cintura. Sintió un respingo bajo él, que pasó rápidamente a un relajo al sentir el perfume del mayor.

Besó despacio la curva de su cuello que quedaba libre y olfateó el olor exquisito que siempre llevaba. Era una mezcla entre jabón y perfume delicado.

Provocó cosquillas en él.

—Me gusta que me hables de manera informal —susurró al oído de Jungkook. 

Este, totalmente desprevenido fue dado vuelta por Taehyung para quedar frente a frente y poder mirarse de mejor forma.

La nariz y mejillas de Jungkook se encontraba cubierta de polvo blanco, haciéndole ver tan angelical que Taehyung creyó que no podría nunca ver a nadie más de la forma que lo hacía con Jungkook. Tan fácil era ver que en su corazón no existía el mal. Sus ojos expresivos, llenos de brillo, le decían todo.

—Se sintió raro —con un puchero en sus labios y mueca intentó esquivar la mirada, nervioso—, mi mami siempre dice que si trato así a mis mayores eso se verá tan feo y que yo me pondré feo también. Yo no quiero ponerme así.

Taehyung no permitió que esquivara su mirada. Subiendo su mano tomó el mentón del muchacho, obligando a mirarle. Sonrió de forma ladina y besó suave su mejilla sin importar la harina que tenía.

—Pero a mí me gustó —repitió— y se siente bien. Deberías hacerlo más seguido, porque sigues viéndote igual de lindo y adorable —bajó su mano hacia la cadera de este otra vez, apretándolo más hacia su cuerpo.

—Intentaré hacerlo, se lo- —dejó a mitad de camino sus palabras, retractándose— te lo prometo.

—Ese es mi niño.

Con suavidad volvió hacia sus labios. Comenzó con un pequeño beso, de esos que sabía que le gustaban a Jungkook. Las respiraciones se mezclaron y con delicadeza el vaivén de labios llenó la cocina, olvidando por completo las galletas recién horneadas siendo decoradas a la mitad y el té de la encimera.

Taehyung delineó los labios de Jungkook con su lengua, queriendo jugar un poco más con lo dulce de ellos. Cuando este se lo permitió abrió sus labios y tomó la oportunidad para adentrarse, acariciando y chupando de forma que un sonidito salió de la boca de Jungkook dándole a entender que lo estaba disfrutando, un pequeño gemido que hubiese pasado inaudible si no estuvieran a tal distancia.

Se sonrojó mucho y sintió cosquillas en su panza, pero no le importó. 

Las manos que yacían en su cintura abandonaron el lugar para ir hacia la espalda baja del menor atrayéndolo más hacia su cuerpo, queriendo eliminar cualquier espacio que quedase entre ambos. 

El menor chocó contra la cocina soltando un quejido de sorpresa al escuchar la charola de galletas ser movida. 

—¿Te lastimaste? —Taehyung detuvo el beso para observar el rostro de Jungkook que se encontraba totalmente sonrojado y con ojos brillosos. El gel de su cabello ya no existía en absoluto, estaba completamente desordenado.