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Advertencia: temas sensibles.

1983 

Viaje a Suiza, día 4 

Un pequeño bigote de chocolate adornaba aquellos dulces labios de una forma graciosa que hizo reír a Kim debido al despiste del chico. Taehyung tomó la servilleta y la llevó a los labios de Jungkook para limpiar aquello.

Lo hizo frente a todos los que estaban allí.

Y aquello se sintió extremadamente bien.

Extraño, pero bien de alguna forma.

Su corazón se derretía cuando miraba a Jungkook. De repente, comenzaba a cuestionarse lo afortunado que era y si es que merecía vivir situaciones como esas. Su parte egocéntrica decía que sí. Claro que merecía una buena vida como era esa. Se había esforzado desde joven para tener lo que tiene, nada era regalado para él.

Mientras, su otra mitad, decía que no. 

Había sido soberbio en situaciones incontables, reprimiéndose todo el tiempo en querer sentir y poder explorar cosas nuevas, todo por su miedo y comodidad. 

Se preguntaba si su padre estaría feliz de quién era el día hoy. Anhelaba que sí. 

—Estás todo pegajoso.

Jungkook frunció el ceño, algo desconcentrado por el comentario. Sin embargo, sonrió por lo bajo y siguió en lo suyo. Estaba sintiendo la felicidad en su máximo esplendor y no le importaba para nada tener sus manos todas manchadas de dulce. 

—Estoy cumpliendo uno de mis más grandes sueños —le comentó con mucha felicidad y ánimo. Ese día se veía y sentía más radiante que nunca.

—¿Ah sí? —su novio curioseó. De seguro era porque quedaba tan solo un día para estar legalmente casados, eso pensó.

—¡Sí! Nunca había comido mucho chocolate como ahora. Esto es como un paraíso de chocolate y lo amo tanto, tanto. Puedo comer todos los dulces que quiera, es fantástico que nunca se terminen —casi dio pequeños saltos en su asiento aplaudiendo mientras untaba otro malvavisco en la pequeña fuente de chocolate derretido.

A Taehyung se le cayó la sonrisa del rostro al oír eso. Casi puchereó al ver que su novio estaba emocionado por la gran cantidad de dulce que estaba ingiriendo en ese momento.

Tampoco lo culpaba. Aquel café con temática de chocolate en definitiva era de otro mundo, era casi como vivir en un mundo de fantasía y hadas. Era en definitiva el ambiente de Jungkook, más no el de él pero eso pasaba a segundo plano cuando podía ver a aquel chico frente suyo siendo feliz.

—¿Tae? —Jungkook le llamó al ver su cabeza ladeada mirando su plato casi sin tocar.

—Pensé que dirías que tu sueño era casarte conmigo —fingió tristeza llevando su mano hacia su barbilla mirando en otra dirección jugándole una pequeña broma. De reojo vio la expresión de Jungkook llena de confusión por su actitud. 

—Oh...—pareció confundido. Soltó de inmediato su malvavisco a medio comer y limpió con una servilleta la comisura de su boca casi con desesperación—. ¡También por eso! Yo...yo en serio estoy muy feliz de poder hacerlo. ¿Te enfadaste por lo que dije? —le miró atento, con su corazón latiendo a mil al ver la indiferencia de Kim. Este no le miraba a él, si no que a un punto muerto donde comían las otras parejas—. Tae, me gustan muchos los dulces, perdón, perdón, perdón, yo solo-. ¿Taehyung?

Taehyung volteó de inmediato sin poder fingir un segundo más aquella molestia y casi se quiso golpearse a sí mismo cuando vio aquellos potentes ojos redondos mirándolo con gran brillo y una mueca, casi en un puchero a punto de llorar ante su tonta broma. 

Granger → taekook (TERMINADA)Where stories live. Discover now