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1983
El nombre de nuestros hijos

Jungkook puchereó a través de la ventana viendo como nubes negras y grises amenazaban con comenzar a dejar caer sus primeros indicios de lo que sería una gran lluvia. Había pasado casi diez minutos en la misma posición observando el cielo para ver si había alguna mejora, al parecer, eso no iba a ocurrir y si seguía esperando por un milagro entonces se le iba a ir el día completo en nada. 

—No puede ser, no hoy por favor —murmuró más para sí mismo. 

Hacía días que no caía ni una sola gota de lluvia y de repente parecía que el cielo quería desmoronarse. Comenzó a formar algún otro plan en su cabeza mientras observaba las semillas que tenía en una bolsa blanca a un costado. Bufó, rindiéndose. Corrió hacia las escaleras y las subió rápidamente para llegar hacia la habitación principal. Abrió las cortinas por completo para que entrara toda la luz posible teniendo como respuesta un gruñido en protesta.

—Tae —dijo suave, no había ningún ruido más que el de sus pasos escuchándose. 

—Va a llover, Jungkook —dijo este casi en un murmullo.

Jungkook se acercó a la cama en donde se observaba un ovillo hecho por el cuerpo de Taehyung. Lo observó detenidamente con las manos en la cintura. 

—Lo sé, no pensé que llovería, en el periódico del tiempo semanal solo habían nubes —se quejó mientras se acercaba a la cama y le daba pequeñas palmadas en lo que suponía era el trasero del mayor—. Independiente de que la lluvia haya arruinado el plan, vamos, debes levantarte de esa cama ahora. 

—No quiero —dijo de inmediato el castaño volviendo a enredarse entre las sábanas. Ni siquiera miraba a Jungkook.

—No te estoy preguntando si quieres o no, vas a levantarte —dijo con tono autoritario copiándole a su madre (o eso intentó) para volver a sacar las sábanas del cuerpo de Kim. Este se quejó tomándolo del brazo para que cayera encima de él. 

—Hoy no —dijo con sus ojos cerrados ignorándolo por completo. 

Jungkook frunció el ceño, ya molesto tratando de zafarse de los brazos del mayor.

—Pues ya pasó más de una semana, Taehyung. Hoy sí. Vas a levantarte en este mismo momento y tomarás el desayuno que te hice abajo. Si no bajas en cinco minutos te vas a arrepentir, hablo en serio —poco a poco Kim abrió sus ojos viendo el semblante serio que tenía el menor acompañado de un tono de voz más grave. Oh, así que en serio estaba molesto.

Jungkook se levantó rápidamente saliendo de la habitación. Taehyung escuchó los pasos por las escaleras y suspiró por lo bajo observando la luz del cuarto de un día nublado que amenazaba con llover.

El azabache se encontraba en la mesa de centro con los brazos cruzados esperando a Kim. Se encontraba un poco molesto a esas alturas. Desde el incidente pasado le había dado el tiempo suficiente a Taehyung para recomponerse luego de aquella denuncia que hizo en la ciudad. Después de todo aquel problema, parecía que Kim había entrado en un leve decaimiento. 

Jungkook lo comprendió y le acompañó. Le dio su espacio y cuidó de sus heridas. Sin embargo, el tiempo pasaba y Kim parecía no querer cooperar. 

Había ideado un buen plan para ese día. Iban a cosechar en el patio de Taehyung para que este se distrajera un poco regando y obteniendo frutos, era una buena terapia para sacar el estrés y mantener la cabeza despejada. Algunos tomates y zanahorias, nada que requiera tanto trabajo, pero el clima parecía no querer ayudar sumando la actitud negativa del doctor. Jungkook parecía haber agotado todas sus herramientas para ese entonces. 

Granger → taekook (TERMINADA)Where stories live. Discover now