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1982


Jungkook golpeaba con su pie izquierdo nervioso haciendo un ruido en el piso de madera que podía enloquecer a cualquiera. Su madre, por ejemplo. 

Desde pequeño una de sus manías más notorias era mover su pierna con frenesí. Lo había heredado de su padre, eso creía.

—Kook —dijo volteándose a ver qué había mal con su hijo—. ¿Quieres ir al baño?

Los ojos de Jungkook se dirigieron a ella luego de estar perdidos en la nada a través de la ventana que dejaba una vista maravillosa de la puesta de sol. 

Como amaba la naturaleza, la belleza que había en cosas tan pequeñas como esa rama de árbol que chocaba contra la ventana haciendo que un ruido se escuchara por el hogar. Simple, pero acogedor. 

—Uhm, no mami —negó con su cabeza rápido saliendo rápido del transe, dejando su pie quieto—. No me di cuenta del sonido, lo siento. ¿Quieres que te ayude?

No recibió una respuesta de su madre ya que dispuso ambas manos bajo la fuente blanca llena de carne que sería llevada hacia fuera.

Entró seguido su padre con una sonrisa en el rostro debido a un chiste sin importancia que había dicho su hermano. Miró a su hijo y a su mujer pidiendo por favor un poco más de bebidas para las visitas de la casa.

—¿Por qué no vienes para hacer el honor de matar al cordero, Jungkook? Estamos todos fuera y creo que ya te corresponde. Todos tus primos lo han hecho, menos tú —se dirigió a su hijo mientras cargaba en su brazo tres bebidas grandes. 

Jungkook asintió rápido, lo ayudó de inmediato entregándole una cuarta luego de dejar a un lado la fuente de su madre.

—Iba ayudar a mamá en la cocina. No...no me siento listo, papá.

—Eso es para mujeres —dijo de inmediato con una sonrisa ladina, Jungkook se sintió un poco incómodo —. Mandaré a tus primas si es que tu madre necesita ayuda —dijo sosteniéndolas todas a la vez.

—Hazle caso, Jungkookie. Puedes ir y llamar a tus primas o tus tías. De todos modos no es necesaria tanta ayuda, tengo todos los condimentos casi listos.

El menor hizo un puchero, pero no dijo nada. Asintió cabizbajo siguiendo a su padre y saliendo de la cocina para encontrarse su casas repleta de gente. De todos modos eran sus padres y él obedecía todo lo que ellos decían.

Cuando el aire de verano chocó con su rostro a penas salió de su casa, observó a sus familiares charlando con música en un parlante de fondo, la comida abundaba en la casa y en cada esquina había un Jeon. Era la familia casi completa.

Su padre fue con él hacia fuera donde yacía ya el animal muerto, listo para poder llevarlo a la parrilla. De seguro alguno de sus otros primos había hecho el honor esta vez.

Jungkook no era fan de aquellas acciones, al contrario de su familia, siempre suplicó de que por favor no matasen a los animales de su propia granja ya que era él quien se encargaba de criarlos, darles de comer y jugar con ellos. Luego de haber crecido, aquello no era una excepción y eso le dolía, pero se acostumbró rápido a la negación de sus pares.

El ciclo de la vida, le decían.

—¡Bien! Las bebidas están acá. Por favor, Chang, tú corta la carne —le dijo el hombre a uno de sus tíos. 

Este volteó asintiendo mientras Jungkook tomaba un poco de carbón para hacer fuego, lo mínimo que podía hacer entre tanto alboroto para no sentirse tan inútil y que no fuese echado de la cocina otra vez.

Granger → taekook (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora