Granger → taekook (TERMINADA)

35

1982

—Muy bien, así, tapa tus orejas para que estés calientito —Jungkook cubrió con su manta blanca que él mismo había tejido hace un tiempo junto a su abuela toda la cabeza de Taehyung. Lo enrolló como un bebé, haciendo visible tan solo sus ojos, nariz y labios—. La leche se está enfriando, la calenté demasiado, espera un poco. 

Taehyung soltó una risa juguetona solo asintiendo con su cabeza. Se encontraba encima de la cama de su novio, tapado por su manta y abrigado por las sábanas en obligación de Jungkook. Si alguien lo viese así seguro no creería que es él, en absoluto, pero se dejaba porque era Jeon Jungkook quien hacía esto. 

—Cuando ya entres en calor podemos volver fuera. ¿Te parece?

—¿Sabes lo que me parece? —tomó de la cintura a Jungkook que se encontraba sentado en la esquina de la cama atrayéndolo hacia él con clara intención y cariño brotando de su pecho—. Me parece que me des un beso muy grande ahora mismo. 

Jungkook sonrió y sin chistar mucho depositó un casto beso en los labios de Taehyung. Este lo apegó aun más a él atrayéndolo con las manos puestas en su cintura y capturó sus labios entre los suyos comenzando a moverlos en un compás dulce y suave el cual adoraba. Acarició con suavidad la curva que se formaba en la cintura de Jungkook haciéndole suspirar complacido, separándose con una sonrisa de por medio. 

—¿No que muy mandón y que no me obedecías? —el mayor susurró encima de sus labios—. Te dije que me dieras un beso y acabas de comerme la boca.

—Oye, eres un... —cortó la oración, esta vez dándole otro beso casto a Taehyung para omitir alguna palabrota de su boca, últimamente estaba siendo muy grosero, su abuela lo colgaría de las matas de higo si lo escuchaba —. Lo hago porque quiero, no porque me obligas —le sacó la lengua. 

—Mh, ¿seguro de eso? 

—Ajám.

Taehyung se recostó en la cama de Jungkook incitándolo a que este lo hiciera con él. A lo lejos escuchaba la música y las conversaciones de las demás personas, mientras ellos se encontraban en su propia burbuja de amor en el cuarto bajo llave de Jungkook.

Ambos se acurrucaron entrelazando sus piernas y  brazos intercambiando calor en la fría noche. Aquello se sentía correcto, perfecto y sumamente hogareño. El olor de Jungkook inundaba la habitación, todo gritaba que era de él y si bien su cuarto no era ostentoso ni gigante como era el de Taehyung -y su casa en sí-, era acogedor y gritaba a millas que una siesta fuese tomada sin preocupaciones. 

Taehyung acarició la mejilla de Jungkook con su pulgar y acomodó un cabello rebelde que caía hacia su ojo.

—Mañana te invito a comer —el mayor murmuró bajito, como si fuese un secreto—. No recibo un no por respuesta.

—¿En dónde?

—A mi casa —le regaló una sonrisa cuadrada, soltando una risa—. Prepararé comida para ambos, confía en mis dotes culinarios. Yoongi me ha pasado un libro de recetas buenísimo hace un tiempo —dijo con emoción notoria en su voz.

—Está bien, me parece divertido. ¿Llevo algo?

—Tu presencia, con eso lo tengo todo —besó su nariz y tomó una de sus mejillas para apretujarla entre sus dedos.

Jungkook suspiró muy feliz y se aferró hacia el pecho del mayor el cual lo envolvió en sus brazos en un fuerte abrazo, no queriendo dejarlo ir nunca y poder inmortalizar aquel momento para el resto de su vida.