Granger → taekook (TERMINADA)

29

1982 

—Es que en serio, Jungkook, nunca había conocido a alguien como tú —Yoongi mostró todos sus dientes, una sonrisa muy peculiar mientras masticaba con mucho placer aquellas galletas de chocolate saboreando aquella textura tan liviana—. Así que conquistaste a Taehyung por el estómago, ya veo, si funciona —rio un poco mientras limpiaba las migajas de su ropa.

Jungkook se sonrojó por completo mientras tomaba del jugo de naranja que -por lo visto, era su favorito- a esperas de que Taehyung llegase con las verduras para cocinar.

Se encontraban ambos en el gran departamento de Min Yoongi. Este quedaba no muy lejos de lo que era su estudio, por lo que se ofreció para hacer alguna especie de almuerzo rápido para ambos chicos para pasar un buen rato antes de volver hacia el campo. 

El espacio era acogedor, limpio y ordenado. Casi parecía algún tipo de casa piloto que mostraban en las películas. Olía a vainilla, tal cual como su estudio y Jungkook amaba cada respiro que daba debido a su sensibilidad a los olores en general.

En todo el tiempo que Jungkook había quedado a solas con Yoongi no había parado de hablar y reír, realmente él tenía algo.

—Me gusta mucho hornear —dijo, muy feliz y orgulloso de que al chico más pálido le gustaran tanto y su cara fuese totalmente de felicidad desde que probó el primer bocado— y quería traerlas de regalo. De verdad, ¡amé tanto el tatuaje! Sigo muy...impresionado. Me hubiese gustado tatuarme a Otis, pero...

—¿Otis?

—Mi mascota.

—¿Es un perro, gato...

—Un gallo —dijo rápido. 

Yoongi formó una ''o'' con sus labios y asintió. Había visto cosas más raras que esas, así que no le sorprendió que el chico frente suyo tuviese de mascota a un gallo. En el mundo del tatuaje había una variedad de ideas y él no era quién para juzgar. 

—Puedo hacértelo, cuando gustes —dijo de todos modos.

—Creo que por ahora paso —negó con la cabeza, recordando aquel dolor que había sentido horas atrás y su casi desmayo para nada dramático en donde Taehyung estuvo tomando su mano y dando caricias cálidas—. Estoy bien así. Por cierto, ¿llevas trabajando mucho tiempo en esto?

—Sí, sí. Desde que terminé la carrera, instalé el estudio inmediatamente. Pedí algunos préstamos en el banco y casi quedo en banca rota a esa edad tan joven, pero surgí de forma rápida —en sus ojos podía verse aquel brillo y pasión, cada palabra que decía relacionada a su trabajo le hacía cosquillear internamente. — Para cuando terminé la carrera, no dudé ni un segundo. Todo ha valido la pena hasta el día de hoy.

—Eso es tan genial —Jungkook le regaló pequeños aplausos, muy maravillado con la historia del mayor—. No sabía que los doctores también hacían esto.

—Es por ley. Antiguamente, no era normal querer hacerse un tatuaje solo porque sí, inclusive ahora sigue siendo mal visto por la gran mayoría. Desde que era niño, sabía que quería esto. Me gusta dibujar, me gusta crear, entonces me decidí. Sin embargo, debía tener mi grado de medicina antes de, ya que, tatuar clandestinamente sale caro. Fue un camino larguísimo por recorrer —soltó una carcajada, recordando aquellos años llenos de incertidumbre respecto a su futuro y cómo la frustración en ocasiones podía más con sus emociones. 

—Pero lo has logrado —le regaló una sonrisa— y...por lo que veo, lo has hecho muy bien. 

—Ah, gracias —sus mejillas volvieron a colorearse y es que el color pálido de su piel no le ayudaba en nada a esconderlo—. Cuando era estudiante fue mi momento más crítico, sentía que todos allí estudiaban por pasión a la medicina cuando lo único que yo tenía en mente era poder tener mi título y certificado como tatuador —bufó frustrado—. Luego pensé: ''hey, todos tenemos distintas metas, que se jodan los demás.'' Fue duro, en realidad.