Granger → taekook (TERMINADA)

31

1982

Tras haber tomado una ducha juntos por insistencia de Jungkook con la excusa de ahorrar agua -algo totalmente innecesario para Kim, pero lo dejó ser porque no estaba mal volver a bañarse cuerpo a cuerpo- ambos se encontraban en el dormitorio con sábanas limpias tras haber desechado las anteriores y con sus respectivos pijamas de pareja. El ambiente olía a shampoo y jabón y por las ventanas entraba la brisa fresca de campo con los grillos sonando de fondo.

Taehyung le sacaba el pelo a Jungkook con una pequeña toalla de color gris mientras el menor sorbía de una caja de leche de plátano.

—Quería decirte algo, Tae —manifestó Jungkook, inquietándose un poco. Dejó la caja de leche a un lado. El mayor sintió removerse al menor, así que dejó la toalla a un lado para observarlo directamente en señal de que era todo oídos. —Hablé con mi abuela hace un par de días  —jugó con sus dedos, encontrando algún otro tipo de entretención para evitar el contacto visual- era una charla normal. De repente, ella tocó el tema de...nosotros. Nos vio.

Lo soltó, así sin más. Ya estaba.

El azabache evitó a toda costa la mirada de Taehyung encima de él y cerró sus ojos en un intento de desaparecer en aquel instante, con un miedo feroz instalándose en su pecho. Llevaba días queriendo decírselo al mayor, sin embargo, había tantas otras cosas que ocurrían en la vida de ambos que aquello había pasado a segundo plano, aún así, nunca fue su intención ocultarlo. Él debía decir algo como eso, lo involucraba directamente a los dos aunque ya hubiesen pasado algunos días desde la situación y le pesara el no haberle dicho. 

—Jungkook-

—Ella no dirá nada —se apuró en decir, aún sin mirarlo. —Mi abuela nunca haría eso. E-ella...me quiere mucho. Está feliz de que yo esté feliz, me dijo que...que entendía, ella no es como los demás, me aseguró que nunca estaría en contra mía —casi tropezó con sus propias palabras y es que quería tanto hacerle entender a Taehyung lo que sentía.

Su corazón latía con locura y sentía, por Dios que podía sentir los latidos de su corazón casi como el sonido de un tambor en sus oídos.

—¿Dónde nos vio, Jungkook?

—El día de la misa en la iglesia, cuando yo me sentía mal. Solo nos vio tomarnos de la mano, es algo pequeño, aun así. Fue-fue mi culpa. Lo siento, lo lamento en serio Tae, yo puedo decirle que-yo puedo inventar algo si es que esto arruinó esto.

Estaba a punto de llorar, pero lo tragó. No quería llorar en ese instante, necesitaba alguna vez en la vida afrontar las consecuencias como el adulto que era. Mucho más si era un tema que importaba en demasía para él, para Taehyung.

—Mírame, Jungkook —la voz gruesa y firme del mayor resonó bajo sus pensamientos y fue obligado a elevar la vista hacia los ojos felinos del castaño. Este no demostraba ninguna expresión notoria.  — ¿Cuándo lo supiste?

—La semana pasada —murmuró por lo bajo.

—Bien —Taehyung asintió, con un nudo en la garganta que le impedía querer decir algo — Hablaré con ella.

—¿Qué? —ladeó su cabeza, confundido y entrando en pánico —. No, por favor no lo hagas. Yo...

—Jungkook, por favor detente —suplicó, tomando las muñecas con un toque suave, bajándolas hacia su regazo en un intento de que este le escuchara primero —. No desconfío de tu abuela, si me dices que es una persona importante para ti y que quiere verte feliz, entonces ella entenderá y no pasará nada malo. Sin embargo, debo hablar con ella para que vea que tengo realmente interés en ti . Esto no es ni tu culpa ni la mía —aclaró, queriendo que entendiera su punto—pero necesito que me jures que esto no va a perjudicarnos de alguna forma.