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1982

Fisgoneaba con solo su nariz asomada por la ventaja. Desde fuera no era nada visible pero aún así creía que estaba siendo el mayor espía de la historia.

Detrás suyo sintió como un cuerpo lo empujaba con brusquedad. Arqueó sus cejas con asombro y volteó rápido con su codo proporcionando un golpe directo en el abdomen ajeno.

—No hagas eso, Jiminnie —le reprendió en susurro viendo como el afectado llevaba sus manos hacia su estómago con un quejido.

Jimin lo miró feo, casi con desaprobación. —No seas exagerado. El doc no te vería ni aunque estuviese fuera, su casa está a metros de ti. Eres un bobo. Jungkookie baboo, baboo.

Y se rindió porque la cabellera de su mejor amigo solo se asomó por la ventana que daba a la gran mansión de su vecino.

Su panza cosquilleaba y picaba con curiosidad desde la última vez que habló con él por culpa de su torpeza, jugó con sus dedos porque necesitaba alguna distracción. Ese día llegando a casa recibió muchas caricias de su mamá y una palmada en la cabeza por parte de su padre. Era mimado. Le gustaba pero...no había dejado de pensar en aquel hombre por más árboles que escalara.

Ese día había culminado con él tomando una rica taza humeante de leche tibia y una charla pequeña del cómo había llegado al campo y el camino que recorrió, sin muchos detalles.

—Yo que tú...—comenzó diciendo Jimin apartándose de la ventana y la misión espía para recostarse en la cama de Jungkook— le pido trabajo.

—¿Y eso por qué?

Se rindió y volteó para mirar a su amigo con una curiosidad impregnada en el rostro. Le había llamado la atención lo cálido que había sido con él días atrás y le estaba volviendo loco.

—Porque es un doctor, tiene mucho dinero. Mira su casa, además— se sentó con una sonrisa— con la muerte de su padre debió haber heredado un montón de dinero, ni te imagines cuanto.

—¿Y cómo es que sabes eso tú, Jimin?— los labios de Jungkook se fruncieron un poco no entendiendo nada.

—Agh, eres tan preguntón. No entiendes nada —chilló tomándolo por los hombros un poco estresado por la torpeza de Jungkook—. Ese hombre tiene mucho, mucho dinero. Cuando un familiar tuyo muere te dejan un papel, algo así. Eso te da todo lo que tenía a ti, como por ejemplo dinero, casas, autos, no lo sé.

—Debe sentirse muy triste —fue lo único que salió de sus labios. Jimin se rindió y se alejó de él para comenzar a caminar fuera de la casa—. Su padre murió, él debe estar apenado, ¿no lo crees?— siguió hablándole mientras le seguía.

—Con el dinero que tiene, lo dudo.

—No todo se trata de dinero Jiminie.

Pero no le tomó en cuenta porque Jungkook posiblemente no lo entendería. Siempre iría hacia los sentimientos y nunca miraría lo material, así era desde que lo conoció de niño por lo que decidió no prestarle más atención.

Una vez cuando eran más pequeños Jungkook tuvo la suerte de encontrar dinero en mitad del camino cuando jugaban a la escondidas, Jimin dio la idea de ir y comprar todos los dulces que pudieran. Jungkook en cambio lo tomó y rogó a su abuela que lo llevara para la ciudad y así donarlo a algún centro de beneficencia. Solo tenía once años en aquel entonces.

Ambos salieron hacia lo que era la cosecha de tomates que existía detrás de la casa de los Jeon.

Jimin paseaba por allí como si fuera su casa, algo para nada anormal. Desde que tenía memoria ambos hacían lo mismo en las casas contrarias y eso de seguro seguiría haciendo así por siempre o tal vez por mucho, mucho tiempo.

Granger → taekook (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora