Carta número cuatro

3.1K 619 43
                                    

Para Jeon Jungkook
Noviembre, 1983

Mi amor, mi querido Jungkook, no sabes lo impactado que me ha dejado tu carta. Mi corazón palpitó tan fuerte que sentí que iba a desmayarme. No puedo evitar pensar en ti y tu familia. Tu abuela ha sido un pilar fundamental para ti y para mí, no me puedo siquiera imaginar cómo se sintió tu corazón en esos momentos. Necesito que me actualices pronto cómo se encuentra, traté de conseguir información adicional aquí a penas leí tu carta pero no obtuve mucha respuesta, no nos informan de nada de lo que pasa hasta salir de vacaciones. 

Aguanta. Sé que eres fuerte y puede soportar esta mala racha. No te preocupes. Prometo que todo se va a resolver y tu abuela se va a recuperar. Espero que Namjoon haya pedido a los mejores doctores para que la atiendan porque le dejé encargado velar por ti y tus seres queridos. Usa todo lo que esté a tu alcance, no te preocupes de dinero ni de molestias.

En cuanto a ti, por favor descansa, duerme y come bien. Si no te encuentras de buena forma y tu salud empeora tu abuela se preocupará por ti, tienes que ser fuerte. Sé que es difícil, pero tú puedes hacer esto. Has sido fuerte toda tu vida, yo sé que debes estar pensando millones de cosas, pero vive el presente y enfócate en lo que está ocurriendo ahora.

Anhelo poder tenerte en mis brazos mientras me llevo todas tus lágrimas, pero imagina que estoy allí, por favor. No falta demasiado para que eso ocurra. Podremos salir de cualquier cosa juntos, solo espera un poco más.

Necesito que me contactes a penas te llegue esta carta o puedas llamarme.

Mantente fuerte, por ti, por mí, por tu familia.

Te espera, Kim Taehyung.


El doctor suspiró fuerte mientras salía de la sala de buzones debido a que su tiempo había terminado, caminó con dificultad y una mueca en su rostro hacia donde se encontraban las habitaciones. Había pasado una semana desde la carta de Jungkook y no podía evitar pensar en cómo se encontraba la abuela Jeon. Se sentía pésimo por dentro, inútil, no podía hacer nada estando allí.

¿Cómo estaría él? ¿Habría comido ya? ¿Y si no había dormido lo suficiente?

—Kim, ¿cómo sigues de eso? —preguntó Jungwoo una vez Taehyung llegó al cuarto que compartía con sus compañeros. 

Si antes poder sacarle una palabra a Taehyung era un milagro, ahora pasaba a ser un momento histórico. A penas había leído la carta de Jungkook, se había ido en picada. Se sentía frustrado y enfadado con ese lugar por no permitirle ir y ayudar en algo. Por lo tanto, había dejado de hablar por completo. Solo lo justo y necesario. No tenía ni un poco de humor para nadie allí.

El castaño trató de sentarse como pudo en la litera subiendo su pantalón verde militar y mirando la venda que llevaba en toda su pantorrilla. Esta se encontraba con un color rojizo manchando el blanco de la tela.

—Tienes que tener cuidado con no infectarte, el sargento es un hijo de puta, no puedo creer que te haya hecho correr aún con esa herida, es gigante —volvió a hablar el hombre sacándose la polera para hacer el cambio de uniforme.

—El imbécil fue el que le disparó directo en la pierna. ¿Quién puede ser tan inútil para no darle al blanco? La idea era tu pecho donde está el escudo, pero esos balines son una cosa grande —Yeonjun dijo acostado mientras comía nueces que había guardado en su bolsillo del almuerzo.

Taehyung escuchaba en silencio mientras se sacaba el vendaje para ver cómo se encontraba la herida. Esta estaba fresca, a penas tenía un día y podía hacerse sus curaciones sin mayor problema al ser médico. Sin embargo, eso no quitaba que le doliese como mil diablos y quisiese gritar cuando ponía yodo en ella para desinfectar.

No sabía si la mala suerte le había llegado como racha o simplemente no servía para ello. En una de las competencias por equipos con balines un compañero del otro equipo contrincante le había dado directo en la pierna desde lejos en vez de llegarle al pecho como debía ser el juego, fue un error, de todos modos. Aquello le dejó una herida de gran tamaño con un sangrado abundante. A pesar de que tuvo una curación a penas las sangre escurrió por su pierna y le dejó cojeando, el sargento mayor le obligó a correr a la mañana siguiente sin importar su dolor y magnitud de la herida.

Taehyung sintió que fallecía cuando apoyó la pierna en el piso para dar el primer paso aquella mañana helada y así fue durante la siguiente hora en donde no paró de entrenar con los demás.

Al fin podía cambiar su vendaje y pensar un poco.

Como siempre, omitió en la carta su estado de salud hacia su esposo porque no quería molestarle ni agregarle otro problema a su vida. Él estaba bien.

—No subestimes, el viejo este una vez hizo comer tierra a un soldado que le faltó el respeto —Jungwoo hizo una mueca con asco, recordando lo que le había contado su primo—. Y fue tierra fresca, de esa que tiene gusanos y todo.

—Puaj. Que asco, aun así, no se compara comer tierra con literalmente estar desangrándote de la pierna. ¿Seguro estás bien, Kim? —insistió Yeonjun mirando a su compañero apretar la nueva tela sobre su pierna con mucha fuerza—. Bueno, de todos modos eres doctor. No vas a morir —se rindió al no tener respuesta y se dejó caer en la litera.

El castaño aseguró un poco más la venda para evitar que se saliese durante lo que quedaba de día y suspiró recargando ambos codos en sus rodillas. Miró hacia abajo reprimiendo las ganas de llorar que sentía en su pecho, porque sabía que el dolor que sentía en su pierna no se comparaba ni un poco con el que estaba en su corazón instalado al no poder tener a su Jungkook para consolarlo. 

Granger → taekook (TERMINADA)Where stories live. Discover now