7- Fiebre

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La noche después de la confección de Isis fue realmente dura para ella y Martin lo supo en primera persona.

La castaña no pego un ojo en toda la noche, cuando estaba a punto de dormirse las pesadillas la invadian haciéndola despertar asustada la mayor parte de la noche. Martin hizo todo lo posible para intentar que durmiera algunas horas pero nada funcionó.

Apenas eran las 3 de la mañana cuando Martin cerró los ojos por solo unos minutos después de asegurarse de que la chica a su lado estaba dormida pero al poco tiempo la sintió removerse impaciente mientras balbuceaba cosas inentendibles.

-No...por favor...-

- Isis... Amor- Martin le acaricio el pelo tratando de despertarla, la castaña empezó a llorar así que no tuvo más alternativa que prender la pequeña luz que tenía en una mesita junto a la cama. Ella abrió los ojos asustada y desorientada, sin saber dónde se encontraba exactamente, pero al mirar los ojos azul cielo de Martin la calmaron de inmediato.

- Lo siento- ella lloro sintiéndose culpable por las molestias que estaba causándole - Creo que es mejor que me vaya a otro lado- murmuró secándose las lágrimas que seguían bajando - Necesitás dormir y yo estoy molestando-

- Vení - el palmeo sus piernas mientras se recostaba de nuevo, Isis se negó e iba a levantarse de la cama cuando Martin simplemente la agarro del brazo con cuidado y la subió a su regazo para así abrazarla, ella posó su cabeza en su pecho, junto a su corazón escuchando los latidos constantes del castaño - Jamás vas a molestarme está claro?- ella asintió pero seguía sintiendo culpa en su interior.

En esos momentos sentía que estaba simplemente molestando a todo su entorno, en especial a Martin, de haber tenido más cuidado capaz que ella y Río no hubieran sido capturados y nada de esto estaría pasando.

El procedió a jugar con los mechones de su pelo tratando de hacer que se relajara y logrará dormirse, pero cada vez que la miraba ella estaba mirando un punto fijo en algún lado de la habitación, cuando sus ojos estaban por cerrarse Isis simplemente se despertaba del todo y lo abrazaba más fuerte, como si tuviera miedo de despertarse y no encontrarlo más.

El sol empezó a salir a las 6 de la mañana aproximadamente y ninguno de los dos había logrado dormir más de 2 horas en todo la noche.
A eso de las 8 Martin se percató de la respiración tranquila de la chica que estaba encima suyo abrazándolo, así que aprovecho el pequeño momento de paz para lograr dormir un poco más.

Claro que no todo es bueno en esta vida ya que una hora después los pequeños golpes en la puerta de la habitación despertaron nuevamente a Martin, el sonrió al observar que Isis seguía dormida, era un logro total que haya dormido esas pocas horas de seguido así que muy despacio la corrió y la recostó en la cama nuevamente para así poder levantarse y putear al primero que haya interrumpido su sueño.

El se dirigió rápidamente hasta la puerta cuando otro golpe se sintió e inmediatamente salió del cuarto encontrándose a Sergio.

- Qué mierda querés?- el de anteojos abrió sus ojos sorprendido del temperamento de Martin, usualmente era un poco brusco y mal hablado pero no tanto como justo en ese momento.

- Yo... Lo siento, están todos desayunando y quería saber si iban a sumarse-

Martin se recargo contra la pared suspirando mientras se agarraba el pelo, era conciente de que no había actuado bien con el.

- Perdón, es solo que tú hermana no ha dormido en toda la noche-

- Ella está bien?-

- No Sergio, al parecer el suceso de anoche revivió todos los malos recuerdos- Sergio suspiró mientras se acomodaba los anteojos, el era conciente de que eso podría pasar aunque hubiera preferido que no pasará.

SEMPITERNO |Palermo|Where stories live. Discover now