25- Basta

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Helsinky se encontraba en frente de Palermo retirando con cuidado las vendas de sus ojos azules

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Helsinky se encontraba en frente de Palermo retirando con cuidado las vendas de sus ojos azules. Isis lo miraba desde la lejanía con el animalito peludo en sus brazos, ella sabía que no se había comportado y que Martin seguramente estaba muy enojado con ella así que prefirió mantener la distancia.

-Vamos a ver...Palermo ves algo con este ojo?- el Serbio le tapó uno de los ojos.

-Veo tu barba de ortodoxo ruso Serbio de los cojones o es la de Jeremiah Johnson? lo que no veo es la puta mula, dónde la dejaste?- Martin bromeó aliviando a todos los que estaban en la habitación. -Veo gordo, veo bien-

-Haber otro ojo- está ves Helsinky tapó el otro ojo y el silencio inundó la habitación, dándole a entender a Tokio, Denver y Helsinky que ese ojo no estaba como el primero. -No pasa nada hay que curar ojo- el hombre habló al ver la cara de palermo. -Mañana ver mejor, vamos a poner parche- agarró de la mesa uno de los antifaces que usaban los rehenes para cortarlo y armar un improvisado parche. -Voy a buscar baston-

Isis miró preocupada a Denver quien le sonrió en un intento de tranquilizarla.

-Palermo estás ahí?- la voz del profesor sonó por el radio así que Denver llevo a Palermo hasta el aparato.

-Ojo visor lo escucho-

-Está Pripiat y Tokio cerca?-

-Aquí están, si- Tokio se acercó rápido tomando el mando de la radio y Pripiat la siguió, algo lento y alejada de ella.

-Profesor?-

-Tokio... Rio ya esta en España-

-Enserio?- a Isis se le llenaron los ojos de lágrimas de felicidad.

-Si Pripiat, ya está aquí- Palermo y Denver festejaron con un choque de manos y abrazos.

Isis no lo podía creer, después de tanto tiempo iba a volver a ver a su amigo, habían pasado tanto tiempo juntos en la isla y después en ese lugar de tortura que era imposible para ella no extrañarlo y por fin lo iba a volver a ver.

A su mente llegaron recuerdos de las noches en las que se la pasaban tirados en la hamaca observando las estrellas o cuando se pasaban la noche entera contando historias de terror, cuando subían a la balsa y estaban horas en el agua sin hacer nada, un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando recordó el frío y húmedo piso en el que dormían al principio de todo, unos días después de que el estado los atrapará y los encerrada en ese frío edificio, Isis tenía tanto miedo que Rio se encargaba de siempre decirle algo tonto para hacerla reír, distrayendola...

*3 meses antes de la hora cero*

-Isis... Hey No llores. -Dijo Río quien estaba encadenado en el otro extremo de la pequeña habitación. -No muestres que tienes miedo, que entonces la bruja ganará-

-¿La bruja? -Preguntó Isis desconcertada mientras abrazaba sus rodillas.

-Sí, Sierra- Contestó Río. -¿De pequeña no te montaste en el tren de la bruja?-

SEMPITERNO |Palermo|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora